Respuesta a: ¿Es Dios Injusto?
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Marcelo:
1 – Primero que todo hay que conocer ese plan para solo entonces sopesar si es o no viable hacer lo que corresponde.
Vivir fuera del «capitalismo» sería solo un intento.
¿Qué entiendes por «egoísmo», si, por ejemplo, primero te has de amar a ti mismo para luego amar a tu prójimo?
Si una persona primero no estudia o no se capacita no puede servir a los demás.
Hemos sido engendrados, nacido y crecido y vivimos en un mundo eminentemente corrupto, ¿cómo evitarlo, así como la maldad?
Lo ideal es no enredarnos (participar conscientemente) en cualquier asunto que se traduzca en acciones contra lo que entendamos que son los «buenos principios».
2 – No necesariamente debemos «ingresar en organizaciones religiosas» y ¿con qué objetivo? Existen otro tipo de organizaciones dedicadas a fines humanitarios. Las congregaciones primarias que existieron relacionadas con el mensaje de Jesús no actuaron bajo la motivación religiosa porque el solo mensaje de Jesús no inspira a ello y menos si la verdad hace libre a quien la conozca. Respetando las excepciones, ¿qué papel eficiente y eficaz según ese mensaje realizan las masas que asisten a las congregaciones religiosas?
Los personajes que encontramos en la historia, que reseña la Biblia, que formaron parte de organizaciones religiosas, no dejaron huellas que coincidieran con el plan del Altísimo.
Por ejemplo, ¿cuánto llevas de «cristiano»? ¿Cuánto tiempo ha de asistir un chico a la escuela o un joven a la universidad? ¿Toda su vida un chico ha de estar en la escuela o todo adolescente en la universidad, sin trascender?
Jesús necesita enviar gente al mundo («gr. «apóstoles»), asimismo necesita responsabilizar a muchos para que actúen de advertidores (gr. «profetas») y necesita maestros, igualmente a gentes que hagan «milagros», sin que ello se traduzca en acciones místicas o religiosas. Los tales dones son herramientas que deben recibir los seguidores de alguien que está trabajando, así como su Padre, en ese plan.
Alabar a Dios y a Jesús una hora cada semana en una «iglesia» no le hace mella al imperio satánico, tampoco el que los creyentes escuchen una linda «prédica» que la mayoría al rato olvidan. La inmensa mayoría de los asistentes a congregaciones no son útiles a la causa de Jesús.
FGuttmann.