Respuesta a: ¿Cómo se vive en el «cielo»?
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Patricia:
Te es conveniente vincularte sea al Instituto Internacional de Estudios Bíblicos de Camino Luz o a la Universidad Biblica Internacional que inicia labores el próximo 1 de enero.
Animate a capacitarte para que llegues a ser una eficiente sirva u obrero del Señor.
Te sugiero que leas detenidamente ese libro genésico y observes lo que cada aporte te informa.
Por ejemplo, allí dice, según la versión que usas, que «Dios» HIZO, no dice que «Dios creó», a ese hombre en particular, y que lo HIZO a la imagen de los allí involucrados, porque dice «HAGAMOS a ese hombre a NUESTRA IMAGEN conforme a NUESTRA semejanza.»
La traducción «varón y hembra» es errónea porque sería «varón y varona», y no «hembra» que es para los animales, con el macho.
Esa pareja recibió una misión específica que te la relata Génesis 1.26, según la versión que manejas, que dice: «y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.»
Para lograr esa misión se les bendijo: Genesis 1:28 —«Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.»
Infortunadamente esa versión biblica como otras traduce lo que lees, que «Dios de la tierra lo formó y que sopló en él aliento de vida», pero es obvio que el código genético adámico, el que nos corresponde, no proviene de la tierra o del polvo. Tampoco dice la fuente hebrea que la mujer salió de una costilla de Adan.
La Biblia no «habla primero de un varón y varona hechos a semejanza», como tampoco «luego» dice «hombre y mujer».
Tal como es el relato, de ninguna manera se trata que uno sea de «carne» y el otro sea «espíritu».
Esas son apreciaciones desenfocadas con contaminación religiosa.
Tampoco se trata de que «uno es la creación» y el otro «el hombre en el Edén», porque el Edén está en la creación y para el caso ese lugar, el Edén, estuvo establecido en nuestro planeta y nuestro planeta pertenece a la creación.
En cuanto a esos «hijos de los dioses», se nos relata que les gustaron las «hijas de los hombres» de esta tierra, que escogieron entre ellas a las más hermosas y que con ellas tuvieron hijos, hijos que en aquellas épocas fueron famosos por todo lo que hicieron.
Esos «hijos de los dioses» eran vigilantes sobre la tierra y observaban el desarrollo de los «hijos» o seguidores de Satán, llamados los «nefilím» o los «caídos», no los gigantes.
FGuttmann