Respuesta a: El Reino de los Cielos

#10559
Félix Guttmann
Moderador

Federico:

En el evangelio de lucas dice que al que mucho se le dà mucho se le exige y que algunos se haràn merecedores de muchos azotes y que otros recibiràn pocos azotes.

La palabra azotes la podemos entender como castigo, pero, ¿qué sentido tiene imponer esa sanción, físicamente hablando, a quien haya de recibirla?

¿Qué tipo de «castigo» o de «azote» se le impondrá a quien haya de recibirlo, y qué se espera de quien reciba esos «azotes»?

El contexto que al respecto enmarca JESÚS, resalta a quién va dirigida esa advertencia de los tales «azotes» (Lc.12:42-48).

El Señor pone un mayordomo fiel y prudente «sobre los de su casa», para que les dé sus raciones a su debido tiempo. Ese «mayordomo fiel y prudente» es el Espíritu santo. Este enviado estará «sobre los creyentes de su casa».

«Bienaventurado será aquel siervo a quien, cuando su señor venga, le encuentre haciéndolo así».

El mensaje es entonces para los siervos.

Una recompensa para el siervo útil: «En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes».

Pero la advertencia está dirigida para aquel siervo útil a los intereses de ciertos líderes, pero siervo inútil a la causa de Jesús.

Para aquel siervo que dice en su corazón que su Señor tarda en venir y comienza a «golpear» a los siervos y a las siervas, y a comer y a beber y a embriagarse», ese personaje recibirá un fuerte castigo y su servicio como líder será puesto aparte con los incrédulos.

Ese siervo entendió la voluntad de su Señor pero no se preparó ni hizo conforme a su voluntad. Ese recibirá muchos azotes.

Los tales azotes no serán golpes físicamente hablando, siino pérdidas en cuanto a no recibir responsabilidades («En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes»).

«Pero el que no entendió, aunque hizo cosas dignas de azotes, recibirá pocos azotes».

«Porque de todo aquel a quien le ha sido dado mucho, mucho se demandará de él; y de aquel a quien confiaron mucho, se le pedirá más».

1. Los que no le servimos a Satanás, cuando morimos vamos al seno de Abraham. Ni allí ni al «frente» nadie recibe azotes.

2. Ciertamente, el objetivo de esos tales «azotes» es para concientizar al «azotado», porque ha de pertenecer, de todas maneras, a la casa de padre celestial, pero sin recibir responsabilidades.

FGuttmann