David:
«Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.»
Un tesoro (secretos del Altísimo de gran importancia) «escondidos en un campo» (el mundo).
Si un hombre halla ese «tesoro», la prudencia le indica que no lo de a conocer a las gentes («lo esconde de nuevo»).
Gozoso por ese conocimiento «va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.»
Mt. 10. 37-40.
Quien conoce de arriba se deshace de los valores terrenales y con esa sabiduría adquiere «aquel mundo», el del reino de Dios.
FGuttmann