Respuesta a: La fe sin obras…

Hugo:

La tecnología biométrica marcará las pautas en los tiempos que vienen. Otras tecnologías la respaldarán y en unos pocos años la administración de este mundo estará en manos de pocos. El llamado Nuevo Orden Mundial será un hecho aunque dure poco, sin embargo logrará sistematizar las vidas de muchas personas, sobre todo de las que residen en las grandes superficies urbanísticas.

En USA inician en un par de años, al amparo de la ley ya decretada por Obama, vigente a partir de este año, la «marcación» o implantación de un micro procesador biométrico en la mano derecha o en la frente de todos los residentes en ese país, quienes solo así podrán recibir asistencia médica. Posteriormente, meses después, con en el mismo «chip» actuará el sistema que administrará las licencias de conducir y las multas; en ese orden otro sistema regulará, por medio del mismo microprocesador o «marca», el tema de la migración y los visados, que incluirá, con la anuencia de otros países, que se habrán actualizado con este sistema administrativo, el asunto que tiene que ver con los pasaportes. Antes de una década de años las naciones poderosas habrán cerrado el circulo financiero y a nivel mundial se experimentará la imposibilidad, en las mayorías de los países, de hacer transacciones financieras usando la moneda metálica, la de papel o la plástica.

Sin duda que la meta magna será la de controlar a la humanidad y establecer una especie de «esclavitud» representada en limitaciones según los intereses de los poderosos del mundo, los de cada nación y por hemisferios.

Lo «malo» de esa sistematización será evidente en quienes lo experimenten por tener implantado ese «chip», así como lo «malo» de no tenerlo lo experimentarán quienes no puedan atender las necesidades básicas personales y las de su familia. Sin ese «chip» no podrán, por ejemplo, pagar la renta o la cuota mensual de la vivienda, o pagar los impuestos prediales y demás. No podrán pagar los servicios de agua, luz, comunicaciones, colegios, universidades, ni comprar ni vender absolutamente nada.

Obviamente que las masas aceptarán a esa «bestia» o sistema biométrico respaldado por otros programas.

Quien sepa del tema y acepte no arrodillarse, es decir, depender de ese sistema, entonces aún tiene tiempo para apostar por el arrebatamiento, pero si su cordura considera que todo esto es ciencia ficción o locura, pues, que se aferre a su creer y determinación y que responda por sus consideraciones, justificaciones o decisiones.

Es tan importante y trascendental este asunto que el mismo Altísimo le permitió a Jesús, hace 1913 años, que enviara a su mensajero para que este le diera a conocer a Juan de ese y de otros hechos puntuales próximos a suceder (Rev. 1.1-3). Por ello, por los escritos de Juan, podemos enterarnos al respecto y será la decisión de cada enterado tomar o desechar esa información, llámese «profecía» si se prefiere, aceptarla o rechazarla.

Esa información amerita ser escudriñada desapasionadamente, evaluada y sopesada.

Que cada quien responda por sus conclusiones, si llega a tenerlas.

FGuttmann.