Jose Jorge:
————-Especifícame, por favor, cuál «templo» le fue mostrado a Ezequiel.
————-Ambos, Adam, y la la mujer, fueron tomados de esa «adamah» muy de niños.
«Yehovah-Elohim formaron de la «adamah» (no dice «tierra») todos los vivientes del campo (Mt. 13.38), y toda ave de los cielos, y las trajeron a Adán para que viese cómo las había de llamar (identificar); y tal como Adán llamó a los vivientes, ése es su nombre. Y puso Adán nombre a todas las bestia y al ave de los cielos y a todo viviente del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él» (Gen 2:19-20).
Yehovah (Apo. 4.2,6)-Elohim (Apo. 4.4) no formaron, como si se tratara de que capacitaron a esos «animales», sino de ubicación en conformidad con su actuar y características.
————La «mezuzá» no hace de talismán. Para alejar a los vientos inmundos o a las malas energías es suficiente ser seguidor de Jesús porque son los que echan fuera a esos vientos inmundos y como portadores de la luz, pues, obviamente ponen a distancia a las «malas energías». Además, ¿qué gracia tiene alejar a los vientos inmundos o a las malas energías? Es como si un médico se alejara de los enfermos o hiciera cosas para que los enfermos no se le acerquen o si un mecánico hace ayuno para que no le lleguen clientes con sus autos conflictuados. Jesús no vino para meterse en un hotel de cinco estrellas ni para broncearse, ni envió a los suyos para que llenaran de bienes, «porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee» (Lc 12:15 R60) ni de comodidades (Mt. 10.16; Lc. 10.3). En su nombre, sin cosas intermediarias, como la «mezuzá», sus seguidores deben echar fuera a esos vientos inmundos (Mar 16:17 R60).
FGuttmann.