Jaime:
Ni María Magdalena ni quien haya estado presente en el proceso del apresamiento de Jesús pudo reconocer resucitado a quien vieron experimentar esas torturas, la degradación física de ese varón en pocas horas, su crucifixión y fallecimiento.
Además, un cuerpo inmortal no presenta las características ‘normales’ de un cuerpo afectado por el proceso de la vejez y de la mortalidad. Ni la textura del cabello ni de la piel es semejante a la de un cuerpo mortal, como tampoco la luz de los ojos.
FGuttmann.