Respuesta a: Las Relaciones Sexuales

Héctor:
La historia es necesaria para que tengamos en cuenta los hechos positivos como los negativos de esos innumerables acontecimientos acaecidos y se espera que las generaciones siguientes aprendieran de todo ello, sin embargo no sucede así porque el imperio de la maldad no ha dormido ni un segundo siempre en procura de alcanzar sus logros.

Para el caso, es irrelevante en esta generación los manejos, como hayan sido, que tantas civilizaciones y culturas y gentes hicieron en lo tocante a las relaciones sexuales.

Actualmente en este mundo y su siglo que la caracteriza no hay una sola composición que orqueste las relaciones sexuales y menos ante el galopante homosexualismo, así que en lo sexual, como en otras facetas de las vidas humanas, lo inmoral para unos es moral para otros, y ese panorama es semejante al que se vivió en escenarios como el de Noé y asimismo en Sodoma y Gomorra y sus aldeas circundantes. Desde luego que no fueron esos lugares los únicos que resaltaron por sus extremos sensuales y sexuales en la historia de una humanidad cuyas civilizaciones se pierden con el eco de los tiempos hasta arribar a los nefastos vientos de la esa rebelión que todo lo justo y armonioso trastornó y desdibujó.

Los seguidores de Jesús deben prepararse, sin desdeñar la historia, de lo que se avecina y evitar distraerse en lo que ya no es vigente, teniendo en cuenta que la venida del Hijo del Hombre está más cerca de la cerca, «porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

En cuanto al arrebatamiento «entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.

Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis» (Mat 24:37-44 R60).

Hay que trascender … «dejando ya los rudimentos de la enseñanza de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la enseñanza de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite» (Heb 6:1-3 R60).

Lo conveniente es, entonces, dar a conocer la buena noticia, esa que resalta dos cosas relevantes, que el reino de los cielos se ha acercado con la persona del Hijo del Hombre.

No tiene sentido prepararnos para lo que sucedió, sino para lo que se avecina.

FGuttmann.