Respuesta a: Preguntas varias

#11727
Félix Guttmann
Moderador

Raúl:

No solamente los fariseos diezmaban de sus productos como la menta, la ruda y de toda hortaliza. También lo hacían los saduceos y los no involucrados en alguna de estas sectas o agrupaciones. Para el caso que reseña Lucas 11.42, en esa ocasión Jesús confrontó a los fariseos que ciertamente cumplían diezmando pero pasaban por alto la justicia y el amor de Dios.

Asimismo se dirigió a los que interpretaban la ley dada a Moisés, que se caracterizaban por imponer normativas a las personas que lograban involucrar en sus agrupaciones; normas que no podían cumplir, aun cuando ellos, esos interpretes, ni siquiera las cumplían.

En el abanico del llamado ‘judaísmo’ existen ‘cargas’ o creencias o normativas que no contempla la ley dada a Moisés.

En cuanto a la muerte de Zacarías:

«Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justa hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, a quien matásteis entre el templo y el altar.-» (Mat. 23:35.)

¿Quién era este Zacarías? Pues en el Antiguo Testamento no tenemos ninguna referencia de que el profeta Zacarías muriera asesinado.

En cambio en 2.a Crónicas 24:20-21 tenemos el relato de otro Zacarías, hijo de Joiadá, quien fue asesinado en una revuelta popular, dentro del mismo templo de Jerusálén, cuando reprendió al pueblo por su pecado.

¿A qué Zacarías se refiere el texto que tenemos en Mateo?

Esta diferencia de cita tiene dos respuestas: primera, que Jesús conocía el fin del profeta Zacarías, autor del libro de su nombre, del que no ha quedado otra referencia en la historia que la antedicha, expresada por Jesús.

La segunda respuesta tiene más apoyo bíblico y es que Jesús se refería a Zacarías, hijo adoptivo de Joiadá, que era realmente hijo de un Baraquías que murió y fue adoptado por Joiadá, por cuya razón era considerado como hijo de aquel célebre sacerdote de Israel que encabezó una rebelión contra la impía Athalia (2. a Crónicas 23) y entronizó al buen rey Joas. Pero fue tanta la ingratitud del pueblo, cuando volvió a olvidarse de Dios, que mató a su ahijado en un tumulto popular, en el mismo templo de
Dios, cuando éste les reprendió por su pecado. Jesús que conocía mejor su linaje nos lo revela aquí, mientras que el
autor de 2. a Crónicas lleva el propósito de destacar la ingratitud del pueblo al asesinar al hijo adoptivo del sacerdote
que tanto bien hizo a Israel.

Muchos eruditos suponen que el manuscrito original de Lucas decía Zacarías hijo de Joiadá, pero que algún copista de los primeros tiempos, conocedor de que el Zacarías, autor del libro que lleva su nombre, era hijo de Baraquías, sustituyó el nombre de Joiadá, por el más conocido Zacarías profeta, hijo de Baraquías.

Este punto de vista está apoyado por el hecho de que Lucas, en una cita paralela (Lucas 11: 50-51), solamente dice Zacarías, sin dar el nombre de Baraquías.

Por otra parte la teoría de que Jesús se refería al gran profeta cuyo libro se conserva en la Biblia, tiene en su favor
que Jerónimo, el conocido Padre de la Iglesia del siglo IV, nos dice que en el Evangelio de los Nazareos, Zacarías
es llamado hijo de Joiadá, y también que en un antiguo manuscrito titulado «La Casa del Juicio», por Jonathan Ben Uziel, comentando el pasaje de Jeremías en Lamentaciones 2: 20 añade: «¿Era propio que aun en el día de la propiciación matárais a un sacerdote y profeta como hicisteis con el hijo de Iddo en la casa del santuario del Señor, porque quería apartaros de vuestros malos caminos?»

Así que por todas estas citas resulta evidente que Jesucristo se refería a Zacarías, profeta también, hijo de Joiadá,
ya que las citas de ambos evangelios son idénticas en cuanto al detalle de su muerte dentro del Templo, y que la diferencia de nombre se debe a algún copista.

FGuttmann