Hector:
Para saber si «DIOS» sabe quienes serán salvos, es conveniente evaluar la información que reseña mat. 25: 31-46.
Con esa información de parte de Jesús nos es viable incluso a los seguidores de Jesús saber de ello.
Oportuno evaluarnos si somos «cabritos», «ovejas» o «justos».
Hablar de la condenación se requiere conocer del tema en su adecuada dimensión y considerando lo que Pablo escribió a los creyentes de Roma: Ro. 2.14-16 y de quienes hallarán sus nombres inscritos en el libro de la vida, aunque sean presentados ante el Juicio del trono Blanco.
El Señor no sigue enviando «espíritus» a la tierra. Esa creencia no afina con la realidad.
Si el llamado «infierno» no formara parte de la verdad, ¿de dónde surgió en contraposición de una salvación?
Quien siga la ley de Satán con ella sucumbirá, y a algún lugar ha de ir eternamente, llámesele «infierno» o «gehena» o «lago de azufre y de fuego».
El Señor no llamará a sus hermanos para que le sigan, porque él vendrá por ellos y de este planeta los sacará … vivos y con cuerpos adámicos (humanos) incorruptibles.
Si el corazón fuese la clave, ¿dónde dejamos a la mente, que es la guardiana de la consciencia?
FGuttmann.