Respuesta a: La rebelión de Satán
Estudios Biblicos No Aptos Para Religiosos › Foroluz › Librería de Comentarios › La rebelión de Satán › Respuesta a: La rebelión de Satán

Explorador:
«Y dijo Yehováh: No contenderá mi viento con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años» (Gen 6:3 R60).
Este aparte tiene relación directa solamente con los hombres que hacían de vigilantes, establecidos en bases ubicadas en la luna, que observaban el desarrollo de los acontecimientos que se daban en la tierra por parte de los «nefilím» o «caídos» (jamás «gigantes», que en hebreo se dice «anakím»). Esos «bnei elohim» quedaron gravemente comprometidos con sus uniones conyugales que tuvieron con las hijas de los terrenales. A ellos, junto con esas mujeres, se les dio 120 años para habitar sobre la tierra y después los encarcelaron, desde luego vivos, «debajo de la tierra». A estos «desobedientes», que abandonaron, por esas mujeres, su delicada misión, les visitó Jesús en esos tres días con sus correspondientes noches (1P. 3.18-20). Por esa eventualidad, abandonar su misión por esas mujeres, fue que Yehováh expresó que no contendería su «viento» con ese colectivo, ahora considerado «hombre», es decir, por su condición carnal, «para siempre» o «siempre», porque con base en lo acontecido, llegó a esa conclusión, que ese equipo de 200 adámicos, «él es carne»; por ello «serán sus días» sobre la faz de la tierra, serían solo de «ciento veinte años» (Gen 6:3 R60).
Yehovah no determina los años que debe vivir el hombre, porque el hombre fue creado para vivir eternamente, por eso Jesús ofrece, a quienes perdieron esa facultad, la resurrección espiritual y la física, con su consiguiente redención y vida eterna. Satán logró alterarle la información sana, genéticamente hablando, a quienes fueron sus víctimas, los llamados «terrenales», a nosotros, los que procedemos de esos antiguos afectados.
Lo que digan los religiosos al respecto, si no coincide con el contexto bíblico, hay que desecharlo.
A ningún engendrado ni recién nacido se le puede acusar de «pecador», al estilo como lo manejan los religiosos. Todos somos engendrados y muchos nacemos «transgresores», en griego se dice «pecadores», sin matiz religioso, porque al ser engendrados heredamos información genética, grave y sensiblemente «afectada», llamada «basura genética». Al ser engendrados heredamos enfermedades (transgresiones; del hebreo «cortes» y del griego «pecados»)… y esas inconsistencias genéticas heredadas nos arrastran al deterioro genético hasta el punto de «fallecer», si es que otros factores no actúan antes, como los accidentes, los efectos de las guerras, el suicidio, etc.
La información que aporta la «Biblia» no tiene algo en lo mínimo que ver con religión y es irrefutable que las religiones no manejan la verdad, aunque si la tergiversan.
FGuttmann.