Respuesta a: La rebelión de Satán

Dennis:

Bien puedes debatir y controvertir lo que consideres necesario de las informaciones que aporta la «Biblia», con tal de que las cosas queden claras, que es esa la meta, el objetivo, pero en cuanto a debatir y controvertir hay quienes lo hacen de manera insensata, extremista, no como corresponde.
La Biblia nos explica que Satán será muerto eternamente y la fuente hebrea, para el caso de Ezequiel 28, no menciona a ningún rey o príncipe de Tiro. Tiro es una isla y en su tiempo tuvo muchos reyes y muchos príncipes pero ninguno reunió las condiciones que desplaya el libro de Ezequiel. No tiene entonces sentido atribuir a uno de los tantos reyes de esa isla o a alguno de los tantos príncipes que tuvo esa monarquía el tema que tiene que ver con TZOR (traducido como «Tiro»), cuando TZOR es un apelativo que significa en arameo Opositor y Tiro es una isla. Dejarnos llevar por el error del traductor motivado por su apreciación, es terminar navegando en las orillas del mar sin poder nunca ubicar al puerto.
¿A cuál rey, obviamente «humano», se le atribuye lo que escribió Ezequiel de ese supuesto rey de (la isla) Tiro y a cuál de sus príncipes, si ninguno pudo haber experimentado lo que experimentó, experimenta y experimentará quien recibió las quejas o «endechas» directamente de Ezequiel, desde dos perspectivas, la de rey y la de príncipe? Ambas «endechas» fueron dirigidas a la misma persona (!).
Es un hecho que Ezequiel no le escribió a la misma persona dos cartas diferentes, una en su condición de monarca y otra como príncipe, sino que se las «cantó» o presentó personalmente a la misma persona, enfocándole el mismo problema, entonces, ¿a cuáles de los tantos reyes y a cuál de los tantos príncipes de esa isla visitó personalmente Ezequiel?
Si nos aferramos a que a Ezequiel le vino palabra de Jehová, ordenándole decirle a ese «príncipe de Tiro» lo que está reseñado en Eze 28:1-10 y luego ordenándole que levantara «endechas» sobre ese «rey de Tiro», resaltando lo escrito en Eze 28:11-19, lo primero es despejar a cuál príncipe y a cuál monarca les levantó Ezequiel esas quejas que resaltan hechos imposibles de evidenciar en las vidas de cualquiera de esos reyes y monarcas que hayan regentado esa isla.
No es cierto que ese tal «rey de Tiro» pensó que él era un «Dios». No lo dice Ezequiel. No se trata tampoco de un juicio ni directo ni indirecto contra Satán. Si la historia reseña que el ejército enemigo de ese rey de Tiro, conformado por esos extranjeros, fueron los babilónicos, ¿cuál rey de esa isla fue «el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura? ¿Cuál de esos reyes de esa isla estuvo «en Edén, en el huerto de Dios»? ¿Cuál fue investido de esas diez potestades? ¿A cuál de esos monarcas le recibieron con los primores de sus tamboriles y que sus flautas estuvieron preparadas para él ese día a causa de su «creación»? ¿Cuál de los reyes de esa isla fue un «querub, importante» y «protector»? ¿A cuál de ellos lo puso Yehovah en su «santo monte (gobierno)? ¿Cuál de esos reyes estuvo allí en ese lugar que no está sobre este planeta? ¿Cuál de esos monarcas de esa isla estuvo allí y en medio de que «piedras de fuego» se paseó? ¿Alguno de esos reyes fue perfecto en todos sus caminos, desde el día que fue creado, hasta que se halló en el maldad? ¿A causa de cuáles de la multitud de sus contrataciones fue lleno de esa iniquidad, y que por ello transgredió, motivando que Yehovah le echara de ese gobierno («monte»), y a cuál Yehovah arrojó «de entre las piedras del fuego»? ¿»Querub», algún rey o príncipe de Tiro? ¿A cuál rey se le enalteció su corazón a causa de esa tal «hermosura» y cuál corrompió su sabiduría a causa de ese «esplendor» que tuvo? ¿A cuál rey arrojó Yehovah por tierra? ¿Delante de qué reyes fue puesto ese rey para que mirara en él? ¿Cuál rey profanó su «santuario» con la multitud de sus maldades y con la iniquidad de sus contrataciones? ¿De cuál rey sacó Yehovah fuego que le consumió, y además que le puso en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que le miraron? ¿Cuál monarca de Tiro le conocieron de entre los pueblos que quedaron maravillados sobre él y quién de todos ellos desde entonces es «espanto» eternamente? ¿Quién de ellos «para siempre» dejará de ser? (Eze 28:12-19 R60).
El «diablo» que engaña aún no ha sido lanzado a ese lugar donde estarán esa tal «bestia» y ese falso profeta.
FGuttmann.