Alejandro:
Acerca de las palabras de Jesùs cuando hablo de las fiestas en el cielo cada vez que un pecador se arrepiente.
Lo conveniente es tomar el contexto de la aclaración que el mismo Jesús aporta.
«Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.»
Jesús describe un ejemplo, el de esa «mujer que tiene diez dracmas» (moneda griega) y qué hace «si pierde una dracma».
Ella obviamente «enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla, y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido.»
Se deduce, sin investigarlo, que la «dracma» tenía un valor en el mercado financiero de la época.
Ese ejemplo lo sacó a relucir Jesús para enseñar cómo reaccionan los mensajeros del padre cuando un «pecador» cambia de actitud («se arrepiente») dejando de servirle a los intereses de Satán.
Me preguntas que ¿quiénes son los que en el cielo se alegran y hacen una fiesta cuando un pecador se arrepiente, aun cuando allí te lo explica Jesús.
No comprendo tu inquietud cuando tú mismo lo has deducido al exponer que «sabemos que en ese lugar llamado cielo (no contaminado) està el padre, el hijo, los mensajeros y toda esa organización sana o santa».
Aparte de ellos ¿quiénes más se alegrarán?
No serán los mensajeros de Satán….
Ellos -de ambos lados- se enteran de las actuaciones de los hombres por los resultados o frutos de estas.
El tal «arrepentimiento verdadero» no coincide con el significado de «arrepentirse» sin el viso religioso.
Es «cambiar de actitud», de «bando», es dejar de servirle a los intereses de Satán.
Claro que aparte del Padre y del hijo, otros, como el Espíritu santo», e incluso Satán y su organización están en capacidades y en condiciones para observar y enterarse «del estado de las almas.»
Eso ni lo dudes.
FGuttmann
