Tony:
Más de 200 veces menciona la Biblia la ira de Yehovah (Ex. 32.9; Nm. 11.1; 12.9; 32.10; 32.13; 1R. 22.51-53; 2R. 22.13).. Juan la proyectó para el final de los días del templo (Mt. 3.7); Pablo (Ro. 1.18; 2.5; 12.19; Ef.5.6). El «cordero» también expresará su ira (Rev. 6.16-17).
Cuando en el «nuevo testamento» se encuentra que «Dios» expresará su ira, enmarca al organigrama en pleno contrarrestando a Satán, a su imperio y a los seguidores directos e indirectos (Rev. 19.11-21). Ese organigrama incluye a Yehovah, a Elohim y a Jesús.
Considerando la situación de este mundo afectado hasta sus entrañas por el imperio de Satán y la posición de «Dios» delante de este drama, con su tragedia incluida, lo que se debe esperar es que ese organigrama reaccione como las circunstancias lo ameritan. La realidad de este mundo satanizado, que incluye a siete planetas más, y del escenario contaminado fuera de este mundo, que incluye a 24 planetas, que aunque no acolitan a Satán, que no están satanizados, de todos modos están afectados por los embates del imperio de Satán, no se resuelve tirando agua bendita o exhibiendo crucifijos.
El sacrificio del Hijo del Hombre es una diáfana evidencia que muestra una cruda y cruel realidad que el manto religioso trata de desvirtuar.
FGuttmann.