Respuesta a: ¿Existe la trinidad?

#7037
Félix Guttmann
Moderador

Germain:

Tú y los seguidores de Atanasio se sustentan en que «hay una persona del Padre, otra del Hijo, y otra del Espíritu Santo; pero la divinidad del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo toda es una […].

Pero nosotros, lo seguidores de Jesús y no de Atanasio, basados siempre en la fuente del cristianismo, la Biblia, te preguntamos como vocero que eres d Atanasio, ¿dónde en ese libro se enseña lo que a tu inspirador –Atanasio- se le vino a la cabeza trescientos y tantos años después de haber sido Jesús alzado a los cielos?

Atanasio fue “obispo” de Alejandría. Ese “rango” no pertenece a las responsabilidades que Dios organizó en la congregación de Jesús (1Co. 12.28-31), como tampoco Jesús lo incluyó en su organigrama (Ef. 4.11). «Obispo» es un rango perteneciente a la “iglesia romana”.

Atanasio, es considerado un “santo” en la Iglesia Católica y en la Iglesia Ortodoxa griega, además de ser «doctor de la Iglesia Católica» y «padre de la Iglesia Oriental», y -qué irónico- a este varón se le sujetan los “protestantes” y por ende los “evangélicos”, aun cuando sus postulados no provienen ni se sostienen con la “Biblia”.

En el ambiente cosmopólita de Alejandría, Atanasio recibió su formación filosófica y teológica. En el año 310, con veinticuatro años, fue ordenado diácono, cargo que le permitió acompañar a su obispo, (Alejandro de Alejandría), al concilio de Nicea I en 325. Desde esa fecha se convirtió en defensor a ultranza del símbolo niceano, y enemigo acérrimo de los arrianos.

En el año 328, contando con treinta y cinco años, fue elegido obispo de Alejandría, siendo el vigésimo Patriarca de Alejandría título que precede al de Papa de la Iglesia Copta o Patriarca de la Iglesia Ortodoxa previo al cisma del año 451 (tras el desacuerdo del Concilio de Calcedonia).

En su cargo como Obispo de Alejandría, sufrió el acoso de los arrianos, cuando el emperador se dejaba influir por éstos. Así fue detenido y desterrado hasta cinco veces.

Este inspirador romano fue el dogmatizante de ese postulado que -por desconocimiento- siguen los cristianos: “una persona del Padre, otra del Hijo, y otra del Espíritu Santo; pero la divinidad del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo toda es una”.

En su contra se levanta el mismo Jesús, cuando dejó advertido que El y el Padre son uno (Jn 10:30). En esa unidad esencial solamente hay dos personas, no tres.

Jesus nos dejó aclarado que “Uno es nuestro Padre, el que está en los cielos” (Mat. 23:9). Nada de trinitarismo.

“Jesús -excluyéndose de ser llamado «bueno»- le dijo a ese judío: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios” (Mr. 10:18).

Jesús, en aquella ocasión respondió: «El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es”.
“Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él” (Mr. 12:29-32).

Juan (Jn. 17) reseña esa magna oracion del Hijo al Padre:
“Y yo voy a ti. Padre santo”; no dice: “Y yo voy a vosotros”.
Padre: “guárdalos en tu nombre”, no dice “guárdenlos en sus nombres”.
Padre ….”Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”.

A Jesús sólo el Padre lo envió al mundo.

La verdadera “Trinidad” se encuentra aquí: “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros”.

«que también ellos sean uno en nosotros”.

“Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”.

Atanasio debe estar allí abajo en serios problemas, y en esos problemas lo estarán quienes le siguen … en vez de seguir a Jesus.

FGuttmann