Yeison:
En cuanto a que seremos inmortales, para llegar a la presencia de Jesús y para vivir la eternidad, ello no indica que algunos de esos seres, que llaman «celestiales», como si fueran diferentes de nosotros, en cuanto a código genético, no mueran aunque residan en el espacio exterior, llamado «cielos», en esas batallas, en las cuales también mueren iguales a ellos que sirven a Satanás.
El código genético ADAM, al cual pertenecen esos «seres celestiales» (Ilamados así porque no residen en La Tierra, nuestra morada), en si mismo es incorrupto, ello quiere decir que es «sano», no codificado para «morir» como sucede con los demás códigos genéticos.
El código genético ADAM, por ser del «linaje» del Padre es incorrupto, por tener el Aliento del Padre es inmortal.
Somos HIJOS del Creador en el directo significado de HIJOS, por ello no morimos, es decir, no descomponemos nuestra triunidad, espíritu, alma y cuerpo, pero por causa de la rebelión de Satán, muchos fueron afectados en lo que del latín llamamos «espiritualmente», y esa afección los desligó de su verdadera naturaleza, luego por causa de ciertas actividades de Satán con los suyos, esos lograron alterar ese código genético.
Nosotros y esos «seres celestiales» estamos igualmente afectados, porque la rebelión se dio aquí en la Tierra y allá arriba, fuera de La Tierra.
Por ello, nosotros y ellos al fallecer vamos a las «partes más bajas de la tierra» y por ello, justos e injustos, en diferentes tiempos, todos hemos de ser resucitados, unos para vivir eternamente participando de la creación, como al «principio» y los otros vivirán eternamente, pero sin poder participar en la creación.
Cuando Jesús regrese a reinar por mil años, poco a poco se experimentarán hechos como ese, que el leon comera pasto y el niño podra meter la mano en el hollo de la serpiente.
¿Podrías indicarme dónde dice en Isaías que «sus hijos no moriran antes de tiempo»?
FGuttmann