Raúl:
Cuando leemos la Biblia no solemos discernir que se nos trae información en cuatro idiomas básicos: del hebreo, del griego, del latín y nuestro idioma, además que nuestro idioma ya está contaminado por otras influencias costumbristas y linguisticas.
Los traductores no siempre traducen directamente de la fuente al idioma que traducen esa información.
Se nos habla de «ángeles», en vez de traducirnos «mensajeros»; se nos habla de «evangelio», en vez de «buena nueva» o «buena noticia», se nos habla de «apóstoles», en vez de «misioneros», en fin, y otras veces del hebreo se nos trae esa información pero del latín, como «spiritu», espiritual, etc.
La mentalidad o perspectiva de llamado «Antiguo testamento» hace referencia a un «Altísimo», mientras que la perspectiva griega nos habla de un «Dios», del vocablo «Theos», al latín «Deus».
Así nos llega en español o castellano esa información del griego, que no nos habla de «DIOS», sino de «Theos» o de «theón», según el caso.
Esos vocablos tienen su comprensión propia en la mentalidad griega.
Con base en que Satán ha ilustrado a sus víctimas en este mundo de que él es lo máximo, que su gobierno es lo más Alto que existe, y que encima de él y de su gobierno no existe nadie ni nada, por ello es que se resalta en contraposición que existe un gobierno «Altísimo» que es el «verdadero», es decir, un «Dios» —–UNICO—- que de cara al gobierno de Satán es el VERDADERO.
Además, que el Padre, y no Satán, es el «único DIOS verdadero».
El poder de ese alto gobierno, que representa al Padre, se manifestó, fue evidente, con la presencia en ese momento de muchos mensajeros, tipo escoltas, vigilantes, y ellos cubrieron ese engendramiento, cuando se llevó a cabo estuvieron vigilantes, prestos a intervenir, para impedir que Satán enviara a sus seguidores para evitar ese engendraminto o malograrlo.
FGuttmann