Respuesta a: Foro Luz actualizado
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María del Rosario:
Con respecto a tu inquietud, si es «malo casarse con un hombre divorciado», pues, si está divorciado ello indica que es libre, y no se debe estigmatizar a nadie porque esté separado o divorciado.
Si estás congregándote, para el caso con los «evangélicos» que interpretan que la Biblia instruye que no se puede volver a casar alguien que se haya divorciado, pues, lamentable que ellos no tengan en cuenta que a la misma sociedad de Israel se le resaltó el divorcio por causas de corrupción («fornicación») y que Pablo enseñó los dos tipos de uniones (1Co. 7.10-16).
La ignorancia la elimina, la erradica la verdad, y si un creyente no la conoce sigue siendo esclavo de la ignorancia y le será difícil seguir a Jesús. Si la verdad hace libre a una persona, ello indica que esa persona sabe en qué cree, pero dificilmente sabrá en qué cree si desconoce el significado de las palabras de su propio idioma, y para el caso no saber qué significa «adulterio» es una real falla.
¿Qué es, por ejemplo, un producto adulterado? Una relación de pareja adulterada denota que no es «pura» o auténtica y son muchos los cristianos casados que aparentan no estar adulterando, aunque no tenga alguno de los dos relación sentimental o sexual con otra persona. El mal trato entre casados «cristianos» es ADULTERIO y es CORRUPCION («fornicación»). Las relaciones agresivas en el hogar entre padres e hijos que se presentan ante la sociedad como «cristianos» también es ADULTERIO y es CORRUPCION («fornicación»). El yugo desigual está alí, latente en los hogares que se precian de ser cristianos (Mt. 11.29-30; ).
Muchos líderes «cristianos» quieren que otros lleven un estilo de vida a su manera pero no conforme a como Jesús lo indica y actúan igual que aquellos religiosos de los días de Jesús: «Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?» (Act 15:10 R60)
«Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud» (Gal 5:1 R60)
«Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres» (1Co 7:23 R60). «Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció» (2Pe 2:19 R60).
El Señor juzgará ciertamente y qué decidirá sobre aquellos que aparentaron ser fieles matrimonios cristianos y fueron infieles, insensatos o «injustos»?
«No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos» (Mat 7:21 R60).
Jesús también juzgará a los que se limitaron a escuchar a sus líderes sin corroborar por su propia cuenta si esas «doctrinas» que recibieron eran o no «sanas».
Ningún grupo, colectivo o «iglesia» nos acerca «más a Dios»; quien nos acerca a Dios es Jesús y él no inventó las congregaciones religiosas.
Le dijo la mujer de samaria a Jesús en aquella ocasión: «—Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros (los judíos) decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
Vosotros (los gentiles) adoráis lo que no sabéis; ————–nosotros adoramos lo que sabemos———–; porque la salvación viene de los judíos.
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en viento y en verdad es necesario que adoren» (Joh 4:20-24 R60).
¿Cuánto tiempo estarás dependiendo de un ambiente enbovedado, sentada, calentado sillas, supuestamente adorando media o una hora solo desde ese lugar, mientras que el resto de la semana has de dedicárselo al mundo sin servir realmente a Jesús?
Cásate con quien amas y casarse significa unirse en el amor del Altísimo, y se espera que tu pareja también lo haga bajo los mismos parámetros, estando como tú libre de compromisos ante otra persona o sellados ante el «César».
FGuttmann.