Respuesta a: Reflexión: Sí resucitaste con Cristo

Héctor Ricardo:

No suelo dar consejos y no es ese el objetivo de esta web ese tema. Hacer discípulos es el compromiso fundamental del seguidor de Jesús, no hacinarlos en congregaciones para el uso de estas. Bien que estés comprendiendo que no te corresponde seguir calentando sillas en alguna de las tantas congregaciones existentes en tu ciudad. Asimismo que te consideres alineado a los que son tildados como locos o herejes. Bien que dejaste de depender del «terror evangélico» que se sustenta, para manipular, en ciertos versículos acomodados para tal fin.

1) Aún el tal «infierno» no está habilitado. Juan le resalta como el «lago de fuego que arde con azufre» (Rev 19:20 R60).
El «purgatorio» es invención del catolicisimo. El lloro y crujir de dientes es la lamentación e impotencia que sentirán los cristianos que no alcanzaron la salvación por medio del arrebatamiento. No todas las «Almas» están en el Seno de Abraham, dormidos en Cristo. Las hay también «dormidas» en el otro lado de ese lugar, llamado del griego «hades» y del hebreo «sheol». No todo lo relacionado a «apariciones» y a personas que va al «cielo» son guiones dignos de Paramount o Century fox. Las tales «apariciones» hay que evaluarlas debidamente, porque han sido evidentes. Desde luego hay sobre esa mesa muchas especulaciones y mentiras. Muchos son los que han sido sacados de este planeta y los han regresado, unos lo han experimentado de parte de enviados de Satán y otros de parte de Jesús, entre ellos Pablo.

2) Satán, a través del colectivo de los Elohim que el conoció, porque estuvo entre ellos, ciertamente le dieron a conocer al «antiguo de Días», no al Padre, la decisión de Satán con respecto a la libertad de quienes no le servían o de quienes eran sus víctimas: la entrega de su unigénito.
Sin duda que Imanuel no vino a sufrir aquí por deporte. El derramamiento de la sangre del Hijo significaba y se traduciría en la pérdida de su vida (que va en el torrente sanguíneo) dispersa entre la tierra, que la contaminaría eternamente.
Cierto, Satán pretendía eliminar el ADN sano o santo y de esa manera quedar como el «primogénito», con todos los derechos de Hijo.

El advenimiento esos 1000 años es para deshacer las obras del diablo, y a cambio regenerarlo todo, con el propósito de unir a este planeta y los otros siete a la «familia de los cielos» con sus gentes.

Ciertamente, el imperio del maligno cree poder impedir ese plan de Jesús y apoderarse de todo. Ese que llamas «el primer round» lo ganó Satán, afectando a la mujer de Adam y asesinando a Abel utilizando a su hijo llamado «Lanza» (Caín).

3) La salvación de las almas no solo consiste en adquirir ni en mantener esa información sana o santa proveniente del «viento de verdad», enviado por el Padre y el Hijo. Se requiere, con base en conocer la verdad, hacer las obras que Dios preparó de antemano para que los seguidores de Jesús las desarrollen. La fe sin obras no salvará, «porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas»(Eph 2:10 R60)

Continuare…

FGuttmann.