Estimado amigo muchas gracias por sus respuestas; pero es necesario comprender que, Dios es Amor, y la misión de nuestro Señor Jesucristo fué de enseñarnos sobre el Padre. Para volver al Padre, indicándonos que Él es el Camino, la Verdad y la Vida
La Misericordia del Señor es de eternidad a eternidad, sí, su Misericordia perdura por siempre. Él dice: Yo soy el Señor que imparte benevolencia, juicio y rectitud en la tierra, porque en estas cosas me deleito. No aflijo voluntariamente ni apesadumbro a los hijos de los hombres, porque yo soy el Padre de las Misericordias y el Dios de todo consuelo.
Dios es intrínsicamente generoso, naturalmente compasivo, y sempiternamente Misericordioso. Y no es necesario jamás que se ejerza ninguna influencia sobre el Padre para suscitar su benevolencia.
El Padre nos ama lo suficiente para otorgarnos su vida. Hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos.
Me parece fácil y agradable adorar a quien es tan grande y al mismo tiempo tan afectuosamente dedicado al ministerio de elevar a sus criaturas humildes.
Amo naturalmente a quien es tan poderoso en la creación y en su control, y sin embargo tan perfecto en la bondad y tan fiel en la amante benevolencia que constantemente nos envuelve. Pienso que amaría a Dios del mismo modo si no fuera tan grande y poderoso, puesto que es tan Bueno y Misericordioso. Todos nosotros amamos al Padre más por su naturaleza que en reconocimiento de sus asombrosos atributos.
Amigo Guttmann, todo lo expuesto está en el libro que usted me indica que desafina con la realidad (Urantia) tal vez tenga razón, porque no conocemos realmente al Padre, entonces podria usted enseñarnos algo nuevo con respecto al Padre y a nuestro Amado Señor Jesucristo?. Le agradezco, que Dios lo bendiga y hasta pronto. Gracias.