Sara Terrones:
Con base en las tantas religiones y creencias que se ventilaron en este mundo a partir de la rebelión de Satán, Jesús a los suyos les aclaró que quien «no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador». Quien entra a un casa por la ventana o saltando sus paredes, o que se mete por el tejado, es considerado un ladrón, un salteador o un atrevido. De manera semejante existe una «puerta» en ese «redil de las ovejas».
Todos los que antes de Jesús vinieron a este mundo, presentando sus creencias y religiones, son considerados por el Altísimo y por el mismo Jesús como «ladrones» y «saltadores». Jesús aprovecha para aclarar que a ellos no los escucharon las «ovejas».
«Yo soy la puerta de las ovejas».
«Yo soy la puerta; el que por mí entrare (a ese redil), será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos» (Joh 10:7-9 RVG).
Entre esas «ovejas», que no escucharon a los que se presentaron en ese escenario en nombre del Altísimo, están los patriarcas, los profetas y los piadosos de la nación de Israel (Mt. 15.24).
FGuttmann.