Respuesta a: Parábola: La abominación desoladora

#8791
Félix Guttmann
Moderador

Adriana:

Lo que tu experimentas es una realidad excesivamente común entre parejas bajo los mismos parámetros: la mujer indefensa por ser dependiente financieramente del esposo y por ende obviamente los hijos en edad de dependencia, también indefensos. En cuanto a las apariencias, la misma presentación social, el vivo ejemplo como pareja y matrimonio, pero por dentro del hogar la gangrena haciendo fiesta. Eso no es extraño en los matrimonios «cristianos», muchos de ellos «sepulcros blanqueados». El fundamentalismo sin duda hace de las suyas no solo en la sociedad islámica, donde el que manda es el hombre despojando a la mujer o mujeres, según el caso, de su fuero humano, aunque usándolas en las áreas que les son necesarias, en lo sexual, en lo de la casa y en el cuidado de los hijos. Tu esposo es padre de dos o mas hijas, ¿querrá el que ellas sean tratadas por sus futuros esposos de la manera como a ti te trata y considera? Tus hijas, aunque te las «quitara», siempre serán tus hijas, pero en una separación que se ventile para lograr un divorcio ha de mediar un juez quien determinara al respecto, si es que resides en una nación no fundamentalista. Quizás temas por la parte financiera si te separas, pero si tu esposo es cristiano no es de esperarse que abandone a su suerte a sus hijas. Si procesas el divorcio debidamente de la separación de los bienes habidos en el matrimonio podrás depender financieramente.
FGuttmann.