Respuesta a: Identidad Cristiana

#8869
Félix Guttmann
Moderador

Cristy:

Las responsabilidades las delega Jesús, unos harán de pioneros o misioneros; otros de advertidores; otros de anunciadores de la buenas nuevas; otros de pastores y otros de maestros. Cada quien hará lo suyo según el lugar y ocasiones. Muchas son las misiones que hay que desarrollar en el mundo, no solo en el área «eclesiastica» y bajo el formato religioso, como es lo típico, sino, por ejemplo, en la ayuda humanitaria, tema que abarca muchas facetas, asimismo en la educación y en la capacitación en todos los niveles. Los «profetas» (de Jesús) deben advertir, usando todos los medios de comunicación y no necesariamente hacerlo desde la perspectiva religiosa o mística, acerca de lo que se les ordene de parte de «Cristo» y también acerca de todo aquello que desconoce la sociedad, sobre todo de lo que esconden las potencias, y no como lo están haciendo los supuestos profetas «evangélicos». Los «profetas» de Jesús no necesariamente han de actuar en el escenario «cristiano». Jesús envía a los suyos al mundo y no a enmarcarse en un gremio específico. Los «evangelista» son los que promueven las «buenas noticias» del mensaje que aporta la «Biblia» y deben hacerlo a todas las gentes sin acepciones y no necesariamente bajo la carpa de lo denominacional religioso o «eclesiastico». Los «pastores», como los padres de una familia, son personas que han de dedicarse temporalmente a la orientación integral de una persona o de un colectivo, al cual no deben hacerlo de su exclusiva propiedad para esquilmarlo permanentemente o para tenerlo como escudo estadístico o como demostración de su unción de parte de Dios. Los «maestros, como su nombre lo indica, a enseñar todo aquello que deben enterarse las personas, sean o no asuntos «bíblicos».
El formato actual, de corte «evangélico», procede de la posta católico romana, que heredó el protestantismo, pero no coincide con el que organizaron los misioneros o enviados de Jesús (Mt. 7.22-23).
Lo «piramidal» en la organización de Jesús ——sobre la tierra——- no existe, y mucho menos si solo suele resaltar la figura del «pastor» como magna excelencia o representación de Jesús, tipo «papa» congregacional. La verdadera estructura de Cristo no es la de Castro. La de Cristo es semejante a la de una sociedad que envía a sus hijos a la escuela para que estos sean formados, por los maestros, con el fin de que a su momento todos formen parte del ejercicio social como lo indique la «cabeza» que es, para el caso, Jesús (Ef. 4.11-15).
El actual formato «eclesiastico» no se sustenta en hacer discípulos, para que a su momento ejerzan ministerios según Cristo lo delegue, sino solo en tener «ovejas» a las cuales esquilmar, dejándolas inoperativas, siervos inútiles a la causa que está desarrollando Jesús y el Padre. El actual formato «eclesiastico», en su menú congregacional, solo quiere «creyentes» sentados, propensos a lo «espiritual», obedientes de corte islámico, que no cuestionen, que no escudriñen, que diezmen y ofrenden y que no «salten como las ranas», que se adoquinen, y como sucede con los productores de películas y de telenovelas, arman todo tipo de guiones y de escenarios para entretener a las masas.

FGuttmannn.