Ulises:
En cuanto a quiénes son esos reyes que menciona Daniel, que existirán en esos días de esos acontecimientos enmarcados en los últimos días, pues como difícil identificarlos, sin conocerlos y mucho menos sus nombres, a menos que esos postreros días sean estos años y aún así habría que definir si hablamos de los cinco siguientes o diez o veinte que vienen.
Daniel entendió que «en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo». Sabemos que ese reino que «el Dios del cielo levantará» es el que Jesús lidere, por mil años, y que será «un reino que no será jamás destruido», y que ese reino «no será dejado a otro pueblo», cuando Jesús termine su reinado (1Co. 15.25-28), que no sea Israel, pero bajo la regencia del rey David (Isa. 9.7; 16.5; Jer. 23.5-6; 30.8-10; 33.15-16; Eze. 34. 23-31; 37. 24-28), y de los doce llamados del griego «apóstoles» (Mt. 19.28-30).
«Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra» y «después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre.» «Hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino».
En cuanto a lo de la «cautividad». El vocablo «cautivo» denota a un prisionero y para el caso de Reveleciones 13.10, está advertido que «si alguno lleva en cautividad» a alguien, enseñándole desaciertos, con relación con la Palabra de Dios, engañándole para lograr sus objetivos mezquinos, sus intereses personales, incluso denominacionales, también «va en cautividad» por parte del Altísimo y que a semejanza como alguien mate a su prójimo así ha de ser muerto (Rev 13:10 R60).
FGuttmann.
