Respuesta a: El plan de Elohim para los últimos días

Gustavo:

En términos generales, guardando las excepciones, el liderazgo se ventila en todo colectivo que respira.

El reino de los «ha shamaím» (los «cielos») está liderado por monarcas y príncipales («príncipes»), y a estos se sujetan «potestades» (diferentes tipos de autoridades).

Yeshua, precisamente es el rey magno y el Señor entre millones de señores.

Sobre este planeta, al igual que en otros que están afectados, el liderazgo no desapareció y por el contrario es estimulado para fines contrarios a las leyes del Altísimo.

Entre esos liderazgos están los que ministran la parte «religiosa», es decir, los sentimientos que no tienen que ver con los asuntos del Altísimo. Asuntos motivan asombro, admiración, respeto, y solemnidad, ante tanta majestuosidad que ha entregado el Creador, pero en su lugar estos líderes promueven un sentimiento separatista y lo alimentan con valores que llamamos religiosos o místicos.

Algunas naciones antiguas dejaron legados escritos para sus descendencias explicándoles de sus anteriores vivencias y de sus antepasados, pero aunque existen no son tenidas en cuenta.

Aunque DIOS es quien es de todas maneras delegó en sus hijos su creación, conformada por leyes, por ello sus hijos reinan sobre esa herencia.

Infortunadamente por causa de la rebelión todo lo que tiene que ver con el reino de los cielos brilla por su ausencia en todo lugar afectado por esas consecuencias.

Ciertamente, en cuanto a las Escrituras hebreas son más los que las desconocen que aquellos que dicen conocerlas y con ellas muchos supuestos eruditos se inspiran para hacer desastres, desde luego en el nombre de Dios, y en escenarios «cristianos», incluyen a «Jesús» y al Espíritu santo, sin temor alguno y con una «humilde» arrogancia que descresta.

Ciertamente, Camino luz ha sido un medio para exponer aquellos asuntos vetados por los religiosos y por las religiones, incluso por gobiernos no religiosos.

Con tus aportes nos colaboras.

La máxima que citas enunciada por ese distinguido rab, la rescató y resaltó Yeshúa y la clamó como una orden que pocos acometen, aun identificandose como fieles a Cristo.

«AMA A TU PROJIMO COMO A TI MISMO Y LO LE HAGAS AL OTRO LO Q NO TE GUSTA Q TE HAGAN A TI».

Esa es la magna ley …

FGuttmann.