Yanina:
Primero debes ubicar a ese «reino de los cielos». ¿Qué te significa el vocablo «reino» y qué te significa la palabra «cielos». En ese reino como en el de Satán y como en este planeta, hay monarcas, principes, autoridades, y ……… familias.
Las diferencias esenciales radican, en cuanto a los cuerpos, que el de los «terrenales» es corrupto, están gravemente alterados en sus informaciones genéticas. Asimismo están afectados, los «terrenales», en su información con respecto a su origen y destino, lo que llaman la «muerte». Los «terrenales» envejecen y «mueren», como los géneros animal y vegetal. Los vivientes en este mundo, actualmente apenas si superan los 80 años y en esas otras partes no tienen esas limitaciones, viven eternamente, pero en cuanto a su presentación física eterna es como si tuvieran 30 años. No se trata de que se «estancan», porque viven eternamente. El proceso de reproducción de la especie adámica y su engendramiento no varía al de los «terrenales», porque somos todos adámicos (código genético «hombre»). Procedemos, los «terrenales», de ellos. Antes de la rebelión, ellos llegaron aquí a este planeta, que estaba sin vivientes adámicos, y lo habitaron y prepararon especialmente para alojamiento del hermano mayor, a quien conocemos como «Jesús» (Col. 1.16). Los ahora «terrenales» procedemos de esos «celestiales», de «celeste» o universo. El envejecimiento y la muerte existen solo da partir de la rebelión, de no haber habido esa insurrección no estaríamos tratando este tema y no lo trataremos a partir de que Jesús redima a quienes han de serlo y la redención implica retornar a la existencia eterna como era antes de la rebelión e integrar nuevamente a esta morada a ese reino de los cielos.
FGuttmann.