Respuesta a: El plan de Elohim para los últimos días

Yanina:
Infortunadamente la mayor información de muchos escritos y anécdotas «bíblicas», e incluso de resultados de investigaciones arqueológicas en esas tierras, se encuentra en idiomas como el inglés y el hebreo. En idioma hebreo existen innumerables informaciones antiguas, obviamente, que no son manejadas por el cristianismo a causa de su herencia, el catolicismo, el protestantismo y las escuelas que dieron luz a la actual «iglesia evangélica», cuyos líderes dependiendo de sus denominaciones y postulados tienden a rechazar cualquier argumento que no sea, a su juicio o criterio, «bíblico», es decir, que ni no está tajantemente escrito en la «Biblia», y masticado mucho mejor, según las versiones que utilizan, es entonces simplemente del «diablo».
El nivel cultural de muchos «pastores» o predicadores latinoamericanos deja mucho que desear, y peor si dependen económicamente de sus congregaciones, que obviamente les limitan a pensar y a creer según los postulados o «confesiones de fe» que hayan apuntalado. Otros líderes, mejor dotados intelectualmente, están estudiando más a fondo las Escrituras, entendiendo que estas han sufrido de «tijerazos» según la mentalidad religiosa de quienes «canonizaron» las Escrituras. Por ejemplo, últimamente algunos líderes «evangélicos» están aceptando el libro de Enoch, aunque sin entenderlo, de cara al rechazo de sus antecesores.
Cualquier información que surja del tema de la «Biblia», en estos tiempos de las aclaraciones, que no coincida con los postulados de las diferentes denominaciones cristianas es inmediatamente rechazado y sus portavoces señalados o «denunciados» como falsos, sin siquiera conocer a fondo sus aportes o sin refutarles su información, si la llegan a escuchar, amparándose en el consabido «cuidado».
El misionero Pablo exhortó a examinarlo todo para luego retener lo «bueno», pero los líderes actúan en contra vía y quienes les siguen se pierden de conocer muchas cosas que incluso están informadas en la «Biblia», pero que los traductores no tradujeron sino que interpretaron.
Pocos son los cristianos que estudian, menos son los que escudriñan. Las mayorías tragan entero del agua según la corriente a la cual se han acercado y se limitan a que el «pastor», el único dirigente visible, les de bebida y comida según los postulados que representa. La «Biblia» incluye en sus reseñas a naciones o civilizaciones como los de Padam Aram, los persas, los babilónicos, los «orientales», los egipcios, entre otros, pero de esos pueblos poco o nada saben quienes debían saber de ello, porque es «bíblico». Los líderes suelen amenazar con su fe a quienes se les doblegan, sobre todo para garantizarse su «pan de cada día.»
Si te llama la atención escudriñar de esos asuntos del Altísimo tendrás que evaluar si tienes el tiempo para ello y la mente sintonizada sin interferencias religiosas. La Universidad Bíblica de Camino Luz ofrece un plan de estudios de corte «universitario», tal como se entiende este vocablo, es decir, que no se trata de una información sesgada ni tendenciosa, sino meramente informativa en toda su exponencia, desapasionada y extensa. No es nuestra intención enmarcar a nadie en una religión o en una secta, según lo entiende el cristiano común. El objetivo coincide con las dos palabras que usaron los enviados de arriba: «Sabe, pues, y entiende». Podemos saber que existe, por ejemplo, la medicina pero no la entendemos. Quienes conformamos Camino Luz no estamos casados, ni atados, ni dependemos de corriente alguna con tintes religiosos, místicos o filosóficos. «Al pan, pan y al vino, vino», porque no es justo poner a riesgo, ni en manos de ciegos, nuestra vida en términos de eternidad. Una universidad aporta informaciones pero no obliga a creer, ni amenaza ni presiona para que sus informaciones sean aceptadas aun en contra de la razón.
Leer no es lo mismo que investigar … y no todas las personas tienen comprensión de lectura ni les gusta estudiar. Lo irónico, que muchas de ellas se erigen como líderes.
FGuttmann