Respuesta a: El plan de Elohim para los últimos días

#9132
Félix Guttmann
Moderador

David:

Cuando se trata de aprender no hay preguntas ridículas ni obvias.
1. En cuanto a esa pareja y su destino después de haber sido expulsados del ese lugar.
Yehováh los sacó del huerto del Edén, para que vivieran en la «adamah» o humanidad de la que fueron tomados (Gen 3:23 R60).
2. Todos los que experimentaron la crucificción sufrieron a extremos impensables; incluso los hubo que sufrieron ese martirio hasta tres semanas antes de fallecer y sus gritos y agonía se escuchaban de lejos, mientras sus familiares debajo de las cruces esperaban el desenlace para bajarlos a sepultarlos. A Jesús no le partieron las piernas para acelerar su desangrado porque murió antes. En cuanto al por qué Jesús tuvo que pagar el precio en la cruz, por la humanidad que le aceptara, ello fue coyuntural porque coincidió la misión de Jesús en esa tierra estando el imperio romano en Judea.
3. Después de la rebelión de ese Querub hubo muchas más insurrecciones, incluso contra el mismo Satán. Muchos nuevos imperios surgieron, tipo competencias, en su contra aunque no a favor del Altísimo.
4. El contenido del llamado «nuevo testamento» en su fuente está en griego koiné, por tanto no habla de frutos «espirituales», toda vez que la voz «spiritu» y sus derivados son latín. Los judíos enviados por Jesús, y Lucas que no lo era, informaron en griego acerca de los «asuntos del Altísimo», lo que se traduce como «espirituales». A los creyentes Gálatas, el misionero Pablo les habló de esos «asuntos del Altísimo», de los dones, aportaciones o herramientas ultra naturales que tienen que ver con esos «asuntos» y que proceden del organigrama «celestial», dedicado a sacar adelante el plan del Altísimo; con sus correspondientes frutos o resultados.
Infortunadamente el cristianismo en su historial demuestra tener poco conocimiento de esos «asuntos» y de esos «dones», a causa del formato que han manejado los líderes, dejando a las masas fuera de compromiso con ese plan y apartadas de todo aquello que debían estar enfrentando (Ef. 6.12-18).
Se trató de levantar un pueblo que se le enfrentara al imperio de Satán, pueblo liderado por Jesús, capacitado por el «viento sagrado», pero ello sucumbió ante la eficaz labor que desarrollaron aquellos que se erigieron como representantes de Dios, de Jesús e incluso del «viento sagrado», que no hicieron discípulos para Jesús, sino ovejas y obreros para sus propios rediles (Lc. 18.8).
FGuttmann.