Gustavo:
Dios creó el bien y el mal, pero no creó la “maldad”.
El «bien» es tener, por ejemplo, un lugar aseado. No tenerlo ocasiona el «mal», el sucio, las cucarachas, etc.
Dios creó las consecuencias que surgirían de violar lo bueno.
Elohim tuvo que «diferenciar» entre la luz (las consecuencias de llevar la verdad) y las consecuencias ocasionadas por la «tiniebla» o imperio de la maldad.
Lam. 3:38: nos indica que existen leyes del Altísimo que advierten de las consecuencias de alterar la ley universal.
Isaias 45:7 nos advierte de Yehovah, que «forma la luz», la verdad, la armonía, pero que «crea» (de organizar, de ubicar en su lugar) a las «tinieblas» (ignorancia), que así mismo «hace» la paz y «crea» la adversidad para quienes alteran la paza, la armonía, la ley universal.
Dios no es quien «pone lo malo y luego pone lo bueno». Tampoco quien «pone la enfermedad y luego la cura», eso es maquiavélico.
Dios todo lo que estableció lo hizo en armonía.
Violar o alterar esa armonía ocasionará eventos afines con lo que conocemos como malo.
FGuttmann
