Reply To: ¿Cómo sabemos que tenemos unción?

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Félix Guttmann
Moderador

¿Qué es una unción?

Quizás nos sirva de referencia la información que encontramos en la web: http://es.wikipedia.org/wiki/Unci%C3%B3n

Un recluta en un ejército no recibe la autorización de formar parte de un grupo específico sin antes ser entrenado. Una persona sin una previa capacitación no recibirá autorización para ejercer un oficio o una profesión.
En las historias que reseña la ‘Biblia’ encontramos personas predestinadas y otras elegidas para misiones específicas, sin embargo antes de emprender esas comisiones recibieron visualización, capacitación y con qué llevar a cabo lo encomendado.

Cuando David fue ungido con aceite por Samuel, el viento sagrado vino sobre él y fue impactante lo que sucedió cuando David tocaba el arpa. Los vientos inmundos que tenía Saúl huían.

«Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan: cómo Dios —————ungió con el Viento sagrado ——— y ———con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”.

A sus congéneres Jesús les advirtió que recibirían ———-poder———–, cuando experimentaran ———-al viento sagrado sobre ellos——- y solo así le serían ———-testigos——– en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

Dos acontecimientos debe experimentar la persona ungida, al Viento sagrado y el poder o herramienta para llevar a cabo lo encomendado.

El Viento sagrado visualiza y capacita a la persona y solamente así el Altísimo entrega la herramienta o el equipamiento.

El hecho es que «a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas» y no serán todos apóstoles, ni todos serán profetas, como tampoco serán todos maestros ni harán todos milagros o tendrán todos dones de sanidad, ni hablarán todos lenguas como tampoco interpretarán todos.

Pablo recomendó que el seguidor de Jesús procure los dones «mejores», aun cuando él mostraría «un camino aun más excelente» (1Co 12:28-31).

A Jesús le corresponde constituir en su congregación a los que le servirán como apóstoles; profetas; evangelistas; pastores y maestros, con el fin de «perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que ————todos———– lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor (…) » (Ef. 4:11-16 R60).

Jesús es la cabeza de su congregación:

«Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí» (Joh 14:6 R60).

«De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió» (Joh 13:20 R60).

«¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas?» (1Co 9:7 R60).

FGuttmann.