Del tema de la «reencarnación» hace mención la Biblia cuando nos informa que los hombres que han fallecido y que fallezcan han de resucitar, o volver a la dimensión donde fueron engendrados y donde dejaron sus cuerpos de carne corruptos, y para ello es indispensable que se les provea de un mismo cuerpo afín a esa dimensión que les es propia, y obviamente será el mismo cuerpo cuya morfología le identifica como hombre, con la salvedad que ese cuerpo no sufrirá los embates de la corrupción que acabó con su anterior cuerpo, por tanto los resucitados volverán a tener cuerpos pero no plásticos, ni metálicos o de otro material, sino de carne no susceptible a corrupción, como tampoco sus huesos, su sangre y demás componentes serán corruptibles. Todos los muertos pertenecientes al código genético ADAM (HOMBRE) han de ser «levantados» o sacados o extraídos de esa dimensión donde se encuentran y regresados a la dimensión que les compete y en ella solo podrán vivir eternamente con sus mismos cuerpos, morfológicamente hablando, y ello incluye su material hecho de carne, huesos, sangre y los etceteras que están a disposición de ser analizados. El tema de fondo es lo corruptible y lo incorruptible que actúa en esos cuerpos humanos.
Una semilla no se siembra dos veces … y tampoco transmigra … y la sémina humana no es la excepción.
FGuttmann.
