¿Es Dios Injusto?

Imanuel:

Es positivo para tus averiguaciones que entiendas que el código genético «Hombre» está, como lo están todos los códigos genéticos y la ley con las leyes que rigen la creación del Creador, en el «archivo» o ser íntimo del Padre.

«He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, ésa morirá» (Eze 18:4 R60).

Un «nefesh» (hebreo), un «ánima» (algo animado, que vive) o llámese «alma» (español), manifiesta una IDENTIDAD expresa. Todas las IDENTIDADES proceden del Creador, sin embargo aquella que se varíe su IDENTIDAD, que transgreda su razón de ser, esa «morirá» para el Creador, o en otras palabras, el Padre la deshojará de su árbol genealógico. La quemará, dejará de ser.

Los que conforman el trono del Altísimo, que están involucrados con el tema y la realidad de la rebelión, desde luego que están «contaminados», pero en cuanto a saber del tema, el tener que confrontarlo y enfrentarlo hasta erradicarlo, pero esa «contaminación» no tiene necesariamente que afectarles su información genética relacionada con sus cuerpos.

La información y realidad que tienen que atender los que del reino de los cielos están involucrados en la rebelión y sus consecuencias no los hace ser menos inteligentes, ni los hace mortales, ni por ello pierden sus «poderes», ni dejan de ser «celestiales», ni son por ello «corruptos». Su mente sana («santa») ciertamente quedó afectada por causa de ese «Querub», asimismo por la grotesca decisión que tomaron otros, como esos siete monarcas y otros principes que le acolitaron, y por las consecuencias de esa insurrección, pero esa «contaminación» no les afectó su integridad.

Los que vivimos en esta morada no fuimos modificados a mortales corruptos. Somos engendrados en esta tierra por humanos afectados genéticamente y heredamos de esa información, llámese «basura genética», que aporta las enfermedades y por ende el envejecimiento que termina en la muerte de un cuerpo.

Desde luego que no solamente hay en esta morada hombres corruptibles.

En los planetas regidos por lo monarcas que siguen a Satán los hay también afectados genéticamente como nosotros.

FGuttmann.

Imanuel:

La palabra ADAM es hebrea. Significa HOMBRE. El código genético ADAM es esencialmente incorrupto. Los primeros hombres corruptos y mortales surgieron de la afectación que el imperio de Satán llevó a cabo en las masas víctimas de su rebelión. Los engendrados por los «hijos de Elohim» con las hijas de los hombres experimentaron la corrupción de manera parcial, por ello fueron llamados los «semidioses». La finalidad de engendrar hombres como nosotros incorruptibles fue para que disfrutarán de la creación en un reino con ley y normativas que mantuvieran la justicia, la armonía y el amor y la finalidad de Satán en dañar ese propósito fue la de tener innumerables rehenes y sí evitar que le confrontaran directamente con medios bélicos (Mt. 13.27-30).
FGuttmann.

Carlos Montes:

Sin saber cuál es exactamente la duda que tienes acerca de Isa 45:5-7 me es como difícil responderte.

«Yo soy Yehováh, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Yehováh soy el que hago todo esto» (Isa 45:5-7 R60).

Intentar resumir de un par de apartes todo un contexto, y para el caso lo que relaciona ese profeta, Isaías, eminentemente «mesiánico», es tarea titánica.

En ese contexto Yehovah aclaró «que ninguno más hay», y que «no hay Dios fuera de él, «que «no hay más que él», con nombre «Yehováh», y «ninguno más que él», y comparando lo que Pablo resaltó a los creyentes de Corinto (1Co 8:5-7 R60), pues, tenemos no una contradicción, sino un planteamiento que despejar.

«Yo soy Yehováh, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí», y el salmista reseñó palabras de Yehovah: «Yo dije: Vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del Altísimo» (Sal. 82:6 R60). Esto lo ratificó Jesús (Jn. 10.34-36).

Yehovah forma la luz y crea las tinieblas, hace la paz y crea la adversidad. «Yo Yehováh soy el que hago todo esto».

Si has estado al tanto de las explicaciones que ha aportado Camino Luz con relación a «Yehovah»: el significado de ese nombre y su lugar en ese trono (Rev. 4.2;6), y ello lo has confrontado con Satán y sus metas, asimismo con los objetivos de ese imperio que regenta, entonces comprenderás la posición de Yehovah de cara a las pretensiones de quien fue un «Querub», tratando de imponerse como «dios» en ese escenario por medio de sus explicaciones, formando su propia «luz».

En este escenario contaminado es Yehovah quien «forma la luz», esa verdad que el hombre debe saber, y no lo hace Satán. Es Yehovah quien «crea las tinieblas», es decir, la desinformación con base en lo que Satán informa a la humanidad. Es Yehovah quien «hace la paz» y no Satán a su manera, y Yehovah «crea la adversidad», los obstáculos contra los objetivos del imperio satánico: «Yo Yehováh soy el que hago todo esto».

Ubica la misión de Yehovah y la presunción de Satán tratando de presentarse como «Dios».

FGuttmann.

Jaime:

Entiendes que el «Padre creó todo el universo en armonía y la palabra tiene que ver sólo con ordenanzas de Él, con la bonadad, valores, etc»…, sin embargo para tu concepción «no cabe la posibilidad de que la maldad, o lo que es contrario a la palabra del Padre surja», pero los hechos te dicen que la «maldad» evidentemente surgió y eres víctima de ella.

El Padre ———-solamente——- creó, en su ser íntimo, a su HIJO que conocemos como JESUS, por ello es el «unigénito» o «único de su genética», y fue su «primogénito» o primer ser de esa genética sin haber sido engendrado en la CARNE, lo cual se hizo PALABRA al ser engendrada su sémina en el vientre de esa doncella, por mediación del «viento sagrado» (Mt. 1.18-20; Lc. 1.35). Los demás HIJOS proceden de ese código genético HOMBRE. Entonces ese «querub» no es «creación» del Padre. Es el fruto o resultado de un proceso genético.

Si en el ser íntimo de ese «Querub» se gestaron los resultados que llevaron a su rebelión y si sus pensamientos y palabras calaron en esos siete monarcas y en los príncipes que le siguieron, entonces es obvio que con base en los hechos acaecidos otros puedan de ellos inspirarse.

FGuttmann.

Alonso:

Así es la realidad, quien conocemos como JESUS es el único de la genética del PADRE, eso significa el vocablo «unigénito», y fue el primero de la genética HOMBRE, eso significa «primogénito» (Col. 1.15; Rev. 3.14), aun cuando solamente fue engendrado en la CARNE en el vientre de la doncella judía.

Innumerables son los hijos o frutos de la genética HOMBRE.

Desde luego que los frutos o resultados de este proceso genético aún siguen dándose en el Universo, porque la rebelión no detuvo ese hecho, por haber sido una insurrección, así como no se detuvieron los embarazos en los países de esta morada afectados por las dictaduras. Obviamente seguirán dándose los embarazos y los nacimientos aún después de que esta morada la tierra sea restituida en el Universo, así como ha sucedido en países que se libraron de sus dictaduras. Antes, durante y después de una dictadura en una nación suceden engendramientos, embarazos, nacimientos y muertes.

Para evitar esa posibilidad que surja otro fruto de este proceso genético, semejante igual o peor al que generó ese “querub”, para ello existirá la «esposa» de Jesús, el «Cuerpo de Cristo» y Yehovah.

FGuttmann.