La rebelión de Satán

Yanina:
«Shalom» significa «paz» y «ubrajá» quiere decir «y bendición a tí».
FGuttmann.

Hector:
Todos los códigos genéticos proceden de un «ejemplo», así como toda la creación y todos esos «ejemplo» o «prototipos» están en el ser intimo o interior del Creador, tipo «archivos» y a quien creemos conocer por la historia como «Jesús» es el «prototipo» del código genético «hombre» al que pertenecemos, por tanto con base en ese «ejemplo», que conocemos como Jesús, el Padre creó a todas las razas y etnias, por ello él es el «primogénito» o primero de nuestra genética.
Desde luego que todos los vivientes del linaje del Creador somos sus hijos o sus resultados, sin embargo por causa de la rebelión de Satán, muchos hombres descienden de quienes le siguieron y por esa causa no son considerados como «hijos de Dios», sino «hijos del Diablo».
Sin duda que no solo los gobernantes de otros planetas son hijos de «Dios», sino sus gobernados que conforman las familias pero algunos gobernantes siguen a Satán y por ello son considerados como «hijos de Satán».
Todo y todos proceden de una creación.
Todo fue creado por el Padre, sin embargo Satán y sus seguidores crean también, obviamente utilizando las leyes de Dios.
FGuttmann.

César:
Primero que todo, Satán no vive en Mytzraím (Egipto). En los tiempos cuando los hijos de Yacob residían en esa tierra surgió un nuevo monarca quien no tuvo en cuenta el historial de esa nación motivado por seguidores de Satán pertenecientes a la «Orden de la Serpiente». Estos lograron usurpar a los «hijos de la luz» (lat. «Iluminatim») hasta los días presentes. Los verdaderos «Iluminados», hasta el surgimiento de ese rey (faraón,) orientaban a las dinastías egipcias. Los actuales «Iluminatim» en realidad son miembros de la organización obviamente satánica conocida como la «Orden de la Serpiente». Los verdaderos «Iluminatim» debían ser los seguidores de Jesús (Mt. 5.14-16) como consecuencia de que «aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre» ————que vive en el reino de los cielos———, y que vino a este mundo» (Joh 1:9-10 R60). Jesús, en calidad de «Iluminado», vino a este mundo «para que todo aquel que cree en él no permanezca en tinieblas» Joh 12:46 R60).
«Y ésta es la condenación: que la luz (el Iluminado) vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz (la verdad), porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz (la verdad) y no viene a la luz (a la verdad), para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz (pleno conocimiento), para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios» (Joh 3:19-21 R60; Joh 8:12 R60; Joh 9:5 R60; Joh 11:9-10 R60).
Una vez destruida la dinastía faraónica como consecuencia de la salida de los hijos de Yacob de Egipto, la organización la «Orden de la Serpiente», haciéndose pasar por los «Iluminatim» se desplazó por todos los gobiernos que se gestaban como imperios, hasta nuestros días incluso. Satán cuando descendía a esta morada habitaba físicamente en Yerijo (Jericó) hasta cuando los israelitas participaron de la destrucción de esa ciudad. La presencia de los israelitas en la antigua tierra de Canaan evitó el asentamiento de Satán en persona aunque no de sus seguidores al mando de los «elohím ajerím» («dioses diferentes; traducido «dioses ajenos»). Desde que Jesús resucitó el mundo u organización de Satán en la tierra inició su experiencia en derrota (Jn. 16.33). Si Satán viviera en el actual Egipto la historia sería otra.
FGuttmann.

Jose:
No parece que Satán y los de su organización llegaron a pasearse por esta morada, sino que fue un hecho por miles de años, al punto que dejaron agentes muy fieles que Pablo identifica como los «gobernadores de las tinieblas de este siglo» (Ef. 6:12 R60), y contra ellos tenemos que luchar llevando la luz de Jesús y ello se traduce en NO RELIGION, porque los seguidores de Satán «no comen de religión» y menos si la han diseñado con diferentes presentaciones para precisamente evitar ser atacados como corresponde.
Los seguidores de Jesús son diferentes de los meros creyentes en Jesús, que suelen pasar el tiempo calentando sillas en sus «iglesias» esperando milagritos. Otros ni rajan ni prestan el hacha.
Aunque Yehovah custodie lo que está bajo su responsabilidad eso no indica que los seguidores de Jesús se queden sin hacer lo que les corresponde desarrollar (Sant. 1.22-27).
FGuttmann.

Jose:
Si tratamos de la «capacidad bélica y estrategias» que comentas, nos es conveniente observar el desarrollo de esas guerras en la historia de los israelitas en esa tierra, cuando en muchas de ellas participaron «extraterrestres». He aquí algunos ejemplos: Jos 5:13-15 R60; Lev. 20.23; Dt. 4.37-38; 7.1-2; 7.16-24; 9.1-3; 11.23; 19.29; 19.1; 31.3; Jos. 23.9-10; 23. 12-14…..
El problema radica en que muchos que se sustentan en la «Biblia», con enfoque religioso, no observan por ello el trasfondo de esas historias y sus «letras pequeñas». En esta tierra existieron «naciones poderosas» que fueron derrotadas por «poderosos» al mando de Yehováh y que los israelitas en esas confrontaciones «entraron» para terminar con los remanentes.
Las explosiones que terminaron con ciudades como Sdom y Guemará (Sodoma y Gomorra) no procedieron de los israelitas, sino de «arriba», de parte del ejército de Yehováh, al mando de Miguel, y esa bombardeada dejó un súper cráter de 416,5 metros bajo el nivel del mar, con una superficie 625 km², y una cuenca de 41,650; con una costa de 135 km, llamado el «mar muerto» (cuando no es un «mar» en si mismo). Era una zona muy amplia saturada de burdeles, que reunía gentes tanto de «arriba», de parte del imperio de Satán, como de las cercanías e incluso de otras latitudes de esta morada.
Los «elohím ajerím» y sus ejércitos (Dt. 4.19; 2R. 17.16; 21.3; 5; 23.4; 5), no necesariamente disponían de espadas, de escudos y de caucheras (hondas) y tampoco quienes se les enfrentaban de parte de «Yehovah».
Hay mucha tela para cortar acerca de esas guerras en esa zona que en un solo enfrentamiento dejaban miles de muertos y de heridos, evento que no sucede en las guerras actuales que cuentan con armamentos sofisticados, capaces de matar a miles en pocas horas, y aún así los soldados de sus infanterías y tanques se enfrentan cuerpo a cuerpo.
Dificilmente una guerra de corta duración, en estos tiempos, deja mil soldados muertos (Jos. 9.49) o 42mil (Jue. 12.6) o 70mil (2S. 24.15), lo que indica que el número de vivientes en esas tierras superaban los cálculos que los eruditos no consideran.
Esas naciones, que sucumbieron por parte de Yehovah y sus ejércitos, no «desaparecieron» de la noche a la mañana … y menos si estaban asistidas por los ejércitos de los cielos de parte de Satán.
Infortunadamente «Hollywood» solo presenta escenarios y paisajes «bíblicos» que desdicen de esas realidades …(Jos. 10.11).
FGuttmann.

Leonor:
No me ha quedado claro qué exactamente quieres saber acerca de esa parábola que te inquieta sobre quiénes son los siervos.
En cuanto al nombre «María», en hebreo no existe, y esa doncella, la madre de «Yeshúa» (Jesús) fue judía, por tanto su nombre en ese idioma, hebreo, es «Myriam».

Con relación a tus experiencias, lo conveniente y prudente es que las tratemos en privado porque el espacio para los «Comentarios» que aporta esta web no deben ser extensos, en lo posible, además, porque para el caso, son experiencias que no se deben exponer públicamente.
FGuttmann