Parábola: El hijo del hombre y la semilla sana

Sara Terrones:

No soy quien dice lo que me limito a explicar según la fuente y el contexto que aporta la «Biblia». Es evidente que por las razones que son manifiestas (Rev. 1.1) a Juan se le permitió ver dentro de ese «pneuma» («viento») lo que nos ha proyectado un único organigrama establecido en ese «cielo» conformado por 25 tronos con sus respectivos monarcas en ellos sentados, asimismo cuatro «vivientes» alrededor de ese trono central, y siete líderes («lumbreras»). Por Henoch sabemos quienes son esas «lumbreras».

Algún papel importante deben tener esos personajes en esta historia y máxime si hay más monarcas en el reino de los cielos. Desde luego que esos 25 monarcas no están allí para decorar ese escenario. En ninguna otra parte de la «Biblia» es proyectado otro organigrama así de excelso o superior, aunque se menciona al «monte del testimonio» (Isa. 14.13) y al «santo monte de ELOHIM» (Eze. 28.14—fuente hebrea).

El vocablo hebreo «EL» significa «Altísimo» y en el contexto encontramos a Yehovah y a ELOHIM, aunque las versiones hispanas omitan «ELOHIM» y lo reemplacen por el vocablo «Dios». ¿Quién es entonces el «Altísimo», Yehovah o ELOHIM? ¿Qué lugar tienen esos 25 monarcas y esos cuatro vivientes y esos siete líderes en ese lugar y en esta historia?

¿Dónde está el PADRE en ese único organigrama proyectado a la humanidad, si quien se sienta en ese UNICO trono es UNO y este es el «antiguo de días»?

Al PADRE o como Juan le destaca como ese Θεὸν o «GRAN» DIOS, nadie le ha visto jamás (Jn. 1.18), porque es INVISIBLE (Col. 1.15; 1Ti. 1.17; Heb. 11.27), y es AMOR; mientras que a Yehovah y a ELOHIM les vieron, entre otros, Adam, Eva, Caín, Abel, incluso Moisés. El significado de YEHOVAH es «varón de guerra» y el PADRE ni es varón ni está dedicado a la GUERRA. El PADRE, si en si mismo es AMOR, entonces no tiene presentación que sea líder de un ejército que se le enfrenta al imperio de Satán; tampoco que sea vengativo o que un día actúe con ira.

Yehovah «es la Gloria de Israel» y el PADRE lo es de toda carne. Yehovah «no mentirá ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta» (1Sa 15:29 R60), pero en aquella ocasión «se arrepintió Yehováh de haber hecho hombre en la tierra, y le «dolió en su corazón» (Gen 6:6 R60).

Si Yehovah «no es hombre para que se arrepienta», ¿cómo conciliar que además de haberse arrepentido, le «dolió en su corazón»?
En otras ocasiones también se arrepintió (Exo 32:14; 2Sa 24:16; Amo 7:3-6; Jon 3:10).

Si ellos, los que están en ese lugar establecido en esos cielos, no representan al Padre, no solo en la tierra, entonces, ¿qué papel desempeñan en todo esto?

En cuanto a la participación de Yehovah, las evidencias son innumerables debidamente reseñadas en ese libro, y en ninguna otra historia de las historias de las naciones que hayan existido sobre la faz de esta tierra se encuentra la manifestación ni de Yehovah, ni de ELOHIM ni las de ese corporativo.

Yehovah se les manifestó como su «Dios» a quienes eligió para incorporarlos a su objetivo, incluso a Nabuconodosor, rey de Babilonia y el rey Persa también le honró, pero si no les enseñó que el «Padre es el único a quien debían adorar», es porque Yehovah no es el Padre pero sí el magno responsable de contrarrestar al imperio de Satán, con sus ejércitos.

En ningua parte del llamado «nuevo testamento» aparece ni una sola vez mención de ese nombre. Jesús vino a dar a conocer entre los israelitas al PADRE y el PADRE no tiene otro identificativo aparte de ese: PADRE (Jn. 1.18).

Si existe «mucha confusión» al respecto no es por culpa de la «Biblia», sino de las traducciones, por las versiones, que omiten, por ejemplo, a ELOHIM y lo reemplazan por el vocablo «Dios», así como ya existe alguna versión que olimpicamente borró el nombre «Jehová» y lo reemplazó por «Señor».

Los tales «Testigos de Jehová» no son la guía en este asunto, como tampoco los católicos ni los protestantes y en ello se incluye a los «evangélicos».

En hebreo el vocablo «EL» resalta la palabra «Altísimo», ese organigrama que se le enfrenta a Satán y a lo suyo, de cara a que Satán ha pretendido ser reconocido como el ALTÍSIMO. El único ALTISIMO que se le enfrenta a Satán nos lo proyectó Juan por orden de Jesús y Jesús lo hizo por autorización de θεὸς («Dios») (Rev. 1.1).

En el caso de «Myriam» (מִרְיָם), (Μαρίας—«Marías» en griego) y «María» en español, ese mensajero, Gabriel, jamás le anunció que tendría al «Hijo de Dios». Quizás eso lo diga tu versión de la Biblia.

«Entonces el mensajero le dijo: Marías, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces «Marías» dijo al mensajero: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el mensajero, le dijo: El VIENTO Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios» (Luk 1:30-35).

«Será llamado», es decir, será identificado como «hijo del Altísimo»; también como «hijo de Dios»; es el hijo unigénito del Padre y también su hijo primogénito»…

¿Cuántos «padres» tiene Jesús, aparte del PADRE? Tenemos al rey David y a José.

Jesús es el «hijo unigénito» del PADRE, es el «hijo primogénito» (en cuanto a código genético HOMBRE), y también es hijo del rey David, por la «casa de Israel», y también es hijo de José, por adopción, y fue llamado «hijo del Altísimo» … ¿qué si incluimos al Padre Abraham?

FGuttmann.

Estimado Félix, solamente quería decirle que se extrañan sus videos!
Dios quiera tengamos pronto más de sus enseñanzas.
Saludos
Marcelo