Del sistema iglesiero desaprendí lo referente a eso de los actos circenses de guerra espiritual, tirarse al suelo etc.
Ahora entiendo que teniendo a Jesucristo como Sumo sacerdote, esa teoría de que hay una unción de guerra y muerte en contra del enemigo no viene de parte de Jesucristo que nos deja imperativamente Mateo 5:43-44.
Despejado a Jehovah del Padre que es amor, invisible.. Tenemos que Jehovah dijo en referencia a las consecuencias en contra de nuestros enemigos lo siguiente en: Pr 6:16-19; Dt 16:22; Isa 61:8; Zac 8:17; Mal 2:16. Claramente se habla de odio. O en caso serian enemigos de El, y si son enemigos del Altísimo serán también nuestros, es con armas espirituales poderosas en Dios que hay que combatirlas. La unica arma que se nos dejo antes de ir al cielo fue el Viento de la verdad o ese colectivo sano, restaurador. Y este nos deja unos frutos, que en nada causan daño a nadie.
Ahora, en ( Salmo 139:21, 22.) imperativamente hay una algo que hacer con los enemigos. En el NT tenemos en (Romanos 12:9, 17, 19.) Que el que se encarga de la gente mala son los Seres vivientes o Jehovah. Por su naturaleza Santa y sana EL Padre nada incumbe esos asuntos de odiar, o hacer guerra en contra de su misma creación.
Ahora el asunto es que a pesar de lo descrito por Jesucristo en Mat. 5:43-44 Pablo conociendo al Padre, y a Jehovah, nos dice que la venganza viene por parte de Jehovah, ya que estos seres están enterados de la rebelión y por ende contaminados por esta.
El odio al hermano equivale a asesinato. (1Jn 2:9, 11; 4:20; 3:15.)
Las personas dicen, dejo en manos del Padre a mis enemigos. (Imposible ya que el no puede conocer nada referente a los pleitos o contiendas por su naturaleza).
Jesucristo sabemos sus mandatos.
Pregunto; Bendecir y orar de corazón a nuestros enemigos es suficiente entonces para el Varón de guerra se encargue de eliminar o hacer inoperante a esos vientos inmundos que viven en nuestros enemigos o este emita un juicio o una venganza ya que escrito esta que a estos les corresponde el despacho de guerra y la aplicación del reglamento de conspirar o actuar en contra de los hijos del Altísimo.
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