¿Por qué los Israelitas adoraban a Jehová?
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- Este debate tiene 3 respuestas, 2 mensajes y ha sido actualizado por última vez el hace 11 años, 2 meses por Félix Guttmann.
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noviembre 4, 2013 a las 7:40 am #11367carlos gonzalezParticipante
Porqué los Israelitas adoraban a Jehová y no al Padre?. Cuando vuelva Jehová, en la gran batalla, seguirá la adoración hacia su persona?
Por ejemplo, entiendo que Jehová afirmó el reino de David para siempre, es decir, David reinará en esta tierra posteriormente al milenio, entonces David adorará a Jehová quien le prometió el reino? o adorará al padre?
Finalmente, toda rodilla se doblará ante el Señor, esto incluye al colectivo de Jehová?, en otras palabras consulto si el Señor es superior a Jehova.Gracias por la permanente edificación.
noviembre 4, 2013 a las 8:38 am #11371Félix GuttmannModeradorCarlos:
Antes de entrar en materia es conveniente despejar el significado de «adorar».
Desde la perspectiva hebrea o griega es ante todo un reconocimiento. Como resultado de ese reconocimiento surge la aceptación, luego la sujeción a quien se le ha reconocido y aceptado. Luego hacer su voluntad. «Adorar» no es entonces cantar ni bailar.
A «Yehovah» no solamente le adoraron los israelitas. Su manifestación se encuentra desde la rebelión del «querub».
A partir de lo que reseña Génesis 2.4 encontramos a «Yehovah» junto con «Elohím» (la fuente no dice «Jehová Dios», sino «Yehovah-Elohím»), actuando en ese escenario. Ese aparte, Génesis 2.4, en hebreo no hace mención de algunos ‘orígenes’ sino de ‘toldót’ o generaciones, y esas generaciones actuaron desde esos tiempos ‘adorando’ tanto a ‘Yehovah’ como a ‘Elohím’ según los propósitos de cada una de esas entidades o ‘personas’.
Esas generaciones reconocieron que no era ese «querub» quien decía ser, el «Señor» y el rey, y por ello ‘públicamente’ le rechazaron, reconociendo a ‘Yehovah’ y a ‘Elohím’ como sus adversarios y les aceptaron y se sujetaron a ellos para hacer la voluntad tanto de ‘Yehovah’ como de ‘Elohím’: contra atacar bélicamente a Satán y a su imperio.
Ambos, ‘Yehovah’ y ‘Elohím’ se enfrentaron y aún lo hacen al imperio de Satán. Para quienes siguen a ‘Yehovah’ y a ‘Elohím’ el problema no es «adorar» al PADRE, sino formar parte activa en una de las dos entidades o «personas».
Los seguidores de Jesús lo son porque le «adoran», no cantando ni bailando, sino primeramente reconociéndole como su «Señor» y como su «rey», rechazando así a Satán y a su imperio de muerte. «Adoran» al HIJO porque le sirven haciendo la voluntad, pero……….. del Padre (!), porque el HIJO hace la voluntad del Padre, no la de Yehovah ni la de Elohim, porque el HIJO es SUPERIOR a TODOS, incluyendo a YEHOVAH y a ELOHIM.
Yehovah no va a ‘volver’ en la ‘gran batalla’, porque Yehovah no ha dejado de estar involucrado en su misión, atacar bélicamente al imperio de Satán.
El escenario afectado experimentará por penúltima vez el actuar tanto de Yehovah como de Elohim en esa «gran batalla» y por última vez al terminar el milenio del reinado de Jesús (Rev. 20.7-10).
Quienes ‘adoran’ a Yehovah siguen sus ordenes, que están relacionadas con la guerra, como así significa ese nombre: «Varón de guerra», y quienes ‘adoran’ al HIJO siguen sus mandatos y los mandatos del HIJO no tienen relación contra ‘carne y sangre’, como sí la tienen quienes ‘adoran’ a Yehovah o a ‘Elohím’, porque los seguidores de Jesús «no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes».
A estos frentes se les confronta tomando «toda la armadura de Dios», para que podamos «resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.» Los seguidores del HIJO debemos estar «firmes, ceñidos nuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podamos apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomando el yelmo de la salvación, y la espada del Viento, que es la palabra de Dios; orando (contactándonos) en todo tiempo con toda oración y súplica en el Viento, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos (…) «(Ef. 6:12-19).
Todos, sin excepción, estén «adorando» a Yehovah o a Elohím o a Jesús, hemos de «adorar» al PADRE, pero lo hacemos sujetos a quien «adoremos».
FGuttmann.
noviembre 5, 2013 a las 9:17 pm #11376carlos gonzalezParticipanteHermano Felix, que significa “no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”.
Quienes son estos principados, potestades, huestes, etc, son vientos?, como se lucha realmente, en términos generales contra ellos?noviembre 6, 2013 a las 8:08 am #11377Félix GuttmannModeradorCarlos:
Cualquier ejército tiene lucha contra carne y sangre usando sus estrategias y armamentos. Con sus armamentos el uno neutraliza o disminuye al otro. Yehovah tiene ejércitos que no son criaturas «espirituales», porque tienen carne y sangre como cualquier humano. Así lo tiene Satán, su propio ejército, que tampoco son seres «espirituales».
Los ejércitos de Yehovah se enfrentan a los seguidores del imperio de Satán. Todos tienen carne y sangre, son humanos, no «espíritus» como lo creen los religiosos.
Los seguidores de Jesús no se enfrentan físicamente a esas organizaciones que le sirven al imperio de Satán. Los seguidores de Jesús no se les enfrentan a esos organigramas que están conformados por principados y autoridades diferentes que se les sujetan. Tampoco lo hacen contra aquellos que gobiernan en el imperio de Satán, en esta era o siglo, mucho menos contra esos vientos o ejércitos que se caracterizan por su maldad, que están ubicados en las regiones celestes o universo que nos rodea. Varias son las organizaciones que le sirven al Altísimo o a Jesús y otras a Satán o a su imperio. Principados excelentemente liderados por sus príncipes, y diferentes autoridades del imperio de Satán operan en el escenario contaminado fuera de este planeta y otros en este mundo en que nos encontramos. Otros funcionan en el mismo escenario como gobernadores de las tinieblas o del imperio de Satán y muchos otros lo hacen como mensajeros que utilizan las leyes del Creador. Todos los que están vinculados y comprometidos en esta problemática tienen cuerpo y son humanos, por ello se enfrentan los unos a los otros usando sus dispositivos bélicos. Este nuestro mundo está gobernado por amos, sean monarcas y príncipes que no residen en este planeta, pero influyen directamente en monarcas o autoridades de algunas de las naciones de este planeta.
No estamos solos …
FGuttmann. -
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