Los verdaderos «cristianos pentecostales»

Los verdaderos «cristianos pentecostales»

Los verdaderos «cristianos pentecostales»

Los verdaderos «pentecostales» surgieron de esa fiesta en particular de las Primicias o Primeros Frutos (Bikkurim), cincuenta días después de resurrección de Yeshua (Jesús)..

La fiesta de los israelitas fue instituida en memoria de la ley que Dios les dio en el monte Sinaí, que se celebraba 50 días después de la Pascua del Cordero. Fiesta de las semanas o de la Siega: (Shavuot).

El quince de Nisán da inicio el Hag HaMatzah (la Fiesta de los Panes Sin Levadura), el cual es un gran shabat, del griego un «shabbaton». Es una fiesta para el Señor que dura siete días. El día siguiente de ese shabat (sábado) de la semana de la Pascua es llamado la Fiesta de las Primicias (Vayikrá: El Llamado), traducido como Levítico.  (Vayikra: 23:9-14).

«Habló Yehováh a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Yehováh, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá. Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Yehováh. Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Yehováh en olor gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin. No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en dondequiera que habitéis. (Levítico [Vayikra] 23:9-14)

La celebración se realizaba cuando la cebada y el trigo estaban listos para ser cosechados. Los participantes tomaban una sola gavilla de la cosecha y la llevaban delante del sacerdote. La gavilla recibía el nombre de “la gavilla de los primeros frutos”. El sacerdote entonces la tomaba y la mecía delante del Señor en Su casa. Esto debía hacerse “el día después del shabat”. También debían presentarse las demás ofrendas prescritas junto con la gavilla.

La Gavilla de Primeros Frutos en la Biblia

Dios mandó al pueblo a que presentara una gavilla de la cosecha (Levítico [Vayikra] 23:10). La palabra hebrea de “gavilla” es omer. Un omer se define como “una medida de productos secos, con un contenido de una décima parte de una efa”. La definición en la que se señala que un omer es la décima parte de una efa se encuentra en Shemot (Exodo) 16:36.

Una efa contiene 10 omers de granos. Recordemos que Dios ordenó al pueblo a que se presentara tres veces al año en Jerusalén (Yerushalayim), para celebrar las fiestas de Pesach (Pascua), Shavuot (Pentecostés) y Sukkot (Tabernáculos).  Estas tres fiestas son fiestas agrícolas de cosecha.

Pesach (Pascua) es la cosecha de cebada. Shavuot (Pentecostés) es la cosecha de trigo. Ambas fiestas se celebran en las vendimia de los primeros frutos, antes de la última gran cosecha que había de venir al final del año durante la fiesta de Sukkot (los Tabernáculos): la cosecha de las frutas.

La nación de Israel estaba familiarizada con el concepto de los primeros frutos y el primogénito. Las primicias o primeros frutos siempre eran los mejores, los primeros y los escogidos de la cosecha que estaba por venir. Las primicias eran santas ante el Señor. El concepto de las primicias o el primogénito constituyen un tema principal en la Biblia. Esto puede observarse en las siguientes escrituras: Exodo (Shemot) 23:16,19: 34:26; Levítico (Vayikra) 2:12,14; 23:20; Números (Bamidbar) 18:12-15,26; Deuteronomio (Devarim) 18:1-5; 26:2-4,10; 2 Crónicas 31:5; Nehemías 10:35-39; Proverbios (Mishlai) 3:9; Jeremías (Yermiyahu) 2:3; Ezequiel (Yechezekel) 44:30; 48:14; Malaquías 3:8-14; Hebreos 6:20; 7:1-8.

Todo sobre la tierra, tanto hombre como bestia, era presentado ante el Señor como primicia a El.

El primogénito, tanto de hombre, como de bestia, era sanado («santificado») y presentado al Señor (Exodo [Shemot] 13:2; 22:29).

Las primicias o primeros frutos de toda la tierra era presentados al Señor ante Su altar en alabanza y acción de gracias (Deuteronomio [Devarim] 26:1-11).

Después de las primicias, se cuentan 7 sábados (49 dias) y al siguiente día, primero de la semana, se celebra la fiesta de las semanas o «Pentecostés» que significa 50. Esta fiesta conmemora el dia que Dios bajó al monte Sinaí para establecer el pacto con su pueblo, dandoles las leyes a Moisés (Se encuentra en Exodo 19).

En aquel día, se encontraban reunidos en oración alrededor de 120 judíos  en el aposento alto y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio, y el ruido llenó toda la casa y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos (Hechos 2:1-6).
Y fueron todos llenos del Viento Sagrado, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.  Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?

¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?

Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,

en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,

cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.

Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?

Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.

Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. (…).

 

Varones israelitas, oíd estas palabras (…).  (Act 2:4-22 R60).

Nota: En ese día, entonces, no se experimentó el poder para hablar en lenguas «angelicales» o idiomas específicos procedentes de los mensajeros de las Alturas del Altísimo.

 

Días después, «estando Pedro en Césarea, mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.

Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.

Porque los oían que hablaban en lenguas  , y que magnificaban a Dios.

Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?

Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.

(Act 10:44-48 R60) .

Es un hecho que ese colectivo de gentiles no recibieron el poder de hablar lenguas «angelicales», la reseña sí enfatiza que esa experiencia fue a semejanza de la del día de las primicias:  «estos que han recibido el Espíritu Santo ———–también como nosotros».

Las lenguas de los mensajeros de las Alturas (gr. «ángeles») no se limitan a unas cuantas supuestas palabras y menos si no dejan un claro mensaje.

FGuttmann.