Respuesta a: El gran triunfo de la batalla de Job

#12233
efgi.
Moderador

Rabino, así como lo asimilamos con tu enseñanza, sabemos que el Génesis no revela el principio sobre el cual fueron creadas todas las cosas.
De esta manera recuerdo que la traducción literal del primer verso del Génesis dice “en lo creado creó elohim esos los cielos y esa la tierra”; es decir que hizo una obra como lo señalas, estableciendo unos parámetros y condiciones especiales para realizar su trabajo resturador, o una creación en aquello que ya estaba creado, por cuanto allí se registra el verbo “bará” que es crear.
Pablo lo ratifica en Romanos
8:19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
8:20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;
8:21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

Esto incluye que en las otras moradas o mundos que contaminó el maligno saben de la misión que sigue desarrollando Yeshúa en nuestro mundo mediante su iglesia. La creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

No puede negarse lo que señalas en cuanto que la palabra “dueño” de lo que es material, no se ajusta en el pensamiento ni en las costumbres de los habitantes de los cielos santos, acepto esta valiosa corrección que nos ayuda a percibir mejor cómo funciona el sistema celestial que anhelamos. Entonces podemos decir que como administrador de las infinitas riquezas existentes en los cielos, Jesús renunció a todo su poderío bajo esa perspectiva, para venir a dar lucha contra las tinieblas; y ese es el sentido principal de la propuesta. Por su lado Job no renunció a todo cuanto estaba bajo su poder, sino que le fue quitado; pero el hecho es que ambos, Jesús y Job, dejaron de tener todas las riquezas materiales que estaban a su disposición cuando hicieron frente a las fuerzas del mal.

Así como Jesús nunca se presentó con una herida abierta en la piel después de su resurrección; tampoco se dice que Job hubiera sido herido después de ser sanado de su desdichado y doloroso estado del que finalmente fue rescatado por Dios; al contrario, Jehová bendijo su postrer estado más que el primero; y murió Job viejo y lleno de días.